Hoy hay que mirar a Italia. Sin el Liverpool y el Arsenal en el menú del día (los dos equipos más españoles de la Premier juegan mañana), el Juventus-Milán es el plato fuerte. Sobre la mesa, primero y segundo clasificados del scudetto, separados por cuatro puntos. Sobre la mesa también, otro bocato di cardinale, el duelo entre los dos últimos Balones de Oro, Pavel Nedved y Andrei Shevchenko.

Ambos se vieron ayer las caras en la previa organizada por un diario italiano. "Te he dado el Balón de Oro, ahora dame el scudetto", le dijo el checo al rossonero. "Te doy la Copa de Italia...", respondió el ucranio, que vive la semana más dulce de su carrera. Shevchenko volvió a marcar en la goleada del Milán a la Fiorentina (6-0) en la última jornada de la Serie A y sigue la estela del máximo goleador del campeonato, Adriano (el brasileño lleva 14 tantos por los 11 del ucranio).

No pita Collina.

A Sheva sólo le vale la victoria, algo que no comparte Carlo Ancelotti. "Nuestro objetivo no es ganar a toda costa, sino jugar bien. Si empatamos jugando bien, habrá que aceptarlo", comenta el técnico rossonero, a quien el sorteo arbitral le salió rana. Él quería a Collina, pero será Bertini el colegiado. "Confiamos ciegamente en él y estamos tranquilos", sentenciaron el dúo de designadores arbitrales, Bergamo y Pairetto.

Con Bertini o sin él, lo único claro es que el Milán llega al partido mejor que la Juve, que sin embargo sólo ha dejado escapar dos puntos en su campo (un empate con el Palermo). "Ganará el mejor, será el Milan. Con jugadores como Kaká el espectáculo está de nuestra parte; es como un Fórmula 1 acelerando", afirma Silvio Berlusconi. El primer ministro tiene previsto acudir al palco de Delle Alpi. Y es que un Juve-Milán siempre es un asunto de Estado.

Carmignani debuta

El Inter confía en seguir ascendiendo posiciones y colocarse en los puestos europeos. El Parma, que se clasificó para dieciseisavos de final de la UEFA, estrena técnico: Pietro Carmignani.