Jugar como nunca, perder como siempre

Yo digo | Joaquín Maroto

Jugar como nunca, perder como siempre

Ya lo dijo Di Stéfano: "Jugamos como nunca... y perdimos como siempre". Don Alfredo termina así cuando recuerda su etapa en el Millonarios. Por lo visto, era un equipo que hacía un fútbol magnífico, que encandilaba a los críticos, que llenaba estadios... pero no ganaba. Y se vino al Real Madrid. Un poco lo que, en los tiempos modernos, le sucedió a Zidane en la Juve. Se aburrió de jugar bien y perder. Y se vino al Bernabéu. Schuster ha aplicado en el Levante todo lo que ha aprendido en España. Me explico. Comenzó la Liga ganando, aunque jugando mal. Justo lo que aprendió en el Real Madrid. Ahora va por la fase que interiorizó en el Barcelona: juega fenomenal, pero pierde. Y corre el riesgo de terminar con las ideas que se trajo del Atlético: jugar mal y perder. Lo interesante para el Levante es que aplicara un poquito de cada cosa, digo yo.

No tengo duda de que los males del equipo tienen que ver con la renuncia que Bernardo hizo en el Bernabéu. Allí, víctima del pánico, metió a la plantilla en un colador del que sólo cayeron al campo los defensas. Y si alguno, como Rivera, se coló por el hueco, pues ya se encargó él de retrasar su posición. Lo de Manchev y Ettien en el banquillo fue patético. Los futbolistas, que no son tontos, se dan cuenta de estas cosas... Y los jugadores pierden la fe. Ettien, que es un bólido, llega, centra y no hay nadie. Porque Sergio está donde antes estaba Manchev, y éste donde estaba Rivera, y Rivera un poquito más atrás. Así se pierden la identidad y los partidos. Estas pérdidas de confianza empiezan en el delantero centro y terminan en los porteros, que acaban por no agarrar ni una vaca en un cuarto de baño. Schuster hizo bien ayer en dar explicaciones a su plantilla.