Sí, yo le di la mano a Maradona...

Yo digo | Carlos Santillana

Sí, yo le di la mano a Maradona...

No siempre es bueno refrescar la memoria para rescatar partidos que dejaron huella. Terminas mirando tu DNI y compruebas que el paso del tiempo es implacable. Pero en este caso es un orgullo para mí porque aquél Madrid-Nápoles fue especial por todo. Sobre todo para un servidor, que esa noche fue capitán con la fortuna de tener un colega de brazalete tan ilustre que sólo de imaginarlo se me pone la piel de gallina. Enfrente de mí estaba Maradona. Diego, el autor del famoso gol de la Mano de Dios y del golazo cósmico a Inglaterra. Estaba delgado, fuerte como una roca. Me dio esa mano famosa. Me la tendió y se la apreté con la satisfacción de saber que esa foto sería recordada con el paso de los años. Yo ya estaba en mi última etapa como futbolista. Él era el mejor del mundo. Pero en ese saludo protocolario estábamos igualados. Había pocos testigos. El árbitro, que creo recordar que era rumano, Diego, yo y nuestros compañeros. Las gradas aplaudían en silencio. No lo olvido.

El partido fue atípico en todo. Es la primera vez en mi carrera que veía cómo tenía que tener cuidado con lo que decía. Los gritos del público siempre lograban que los insultos o las picardías que se dan en el terreno de juego volasen entre el tumulto, pero esa noche se oía todo. Y se entendía hasta la respiración... Por eso nos dedicamos a jugar con los cinco sentidos, olvidándonos de la extraña atmósfera del encuentro. Recuerdo que Maradona no estuvo bien porque Chendo lo dejó seco, que Míchel metió un penalti y que Tendillo nos dio el 2-0 definitivo cerca del final. Fue un triunfo especial. Sin público, demostrando que el Madrid era grande en la Copa de Europa sean cuales sean las circunstancias. Mi Madrid mereció aquella Copa de Europa. Luego nos cargamos al Bayern y al Oporto. ¡Qué mala suerte ante el PSV! Era nuestra ocasión. Injusto destino...