La Prensa inglesa, los tabloides para ser más exactos, siguen buscando carnaza a orillas del fútbol. El Arsenal visita al PSV y el árbitro del partido, el alemán Herbert Fandel, es el hombre a seguir. Ayer le tiraron de la lengua; y él picó. ¿La pregunta? El racismo, sobre qué otra cosa iban a preguntarle. "No podemos tolerar muestras de racismo en el fútbol y, si hay insultos de ese tipo, pararé el partido". Eso querían oír en Inglaterra y eso oyeron. "He visto leído lo que ocurrió en España y lo que dijo Sepp Blatter al respecto. La FIFA y las organizaciones arbitrales debemos luchar juntos contra el racismo", dice Fandel.
El terreno de la polémica ya está abonado en Eindhoven: hace dos años, el PSV fue multado con 24.000 euros por los gritos racistas de su afición contra los jugadores negros del Arsenal. Hoy, Lauren, Touré, Cole, Vieira y Henry apuntan al once titular gunner. Junto a ellos estará Cesc, obligado a crecer deprisa en Highbury debido a la plaga de lesiones de algunos veteranos. Confiemos en que al chico no le den un mal ejemplo desde las gradas. Confiemos en que mañana sólo se hable de él, y de su fútbol.