Si no es por Solari, el Madrid no estaría en octavos de final de la Copa...

¡No! ¡No diga eso! El Real Madrid está en octavos porque hizo un buen partido. Lo pasamos mal en algunos momentos, terminamos muy cansados..., pero por suerte logramos el pase, que es lo que importa. Fuimos un bloque y trabajamos en grupo, nada más.

¿Por qué no pide que le dejen tirar más faltas?

(Se ríe). ¡Es que aquí hay muchos especialistas en patearlas! Fíjese... Está Beckham, Roberto Carlos, Figo, Zidane. O incluso Celades. ¡Él las lanza fantásticas también! Me encantaría tirar más, pero por ejemplo, a mí me encanta cómo las patea Zizou y en el Madrid casi nunca lo hace. Si no las lanza él, ¿cómo voy a hacerlo yo?

Reconózcalo. Sufrieron en Tenerife. ¿Más de lo previsto?

¡Uff! Tuvimos que sufrir muchísimo. Pero es lo que esperábamos. Era un partido difícil ante un equipo muy competitivo. Después de una prórroga de dos tiempos, llegar a los penaltis y habernos quedado con las manos vacías hubiera sido muy doloroso. En el segundo gol, apenas tenía fuerzas para celebrarlo. Fue sacrificado, pero compensó.

¿Qué importancia tiene la Copa del Rey para ustedes?

Muchísima, como cualquier competición de las que estamos jugando. Yo me fui con un gran sabor de boca de Tenerife, porque es un título que hace mucho tiempo que no ganamos.

Como sucede cada año, parecía que iba a tener pocos minutos y termina siendo decisivo. ¿Ya está acostumbrado?

Bueno... es que yo no pienso que aquí no se cuente conmigo. Simplemente entiendo que hay otros jugadores y que yo tengo que trabajar muy duro cada día para ganarme el sitio. Es lo que hago. Al revés, es un doble orgullo, porque lo que he demostrado es que puedo jugar en este equipo.

¿Le molesta que se hable de usted como el suplente de lujo?

No, porque yo no me siento suplente ni tampoco me veo como el revulsivo del Madrid, se lo aseguro. Mis números están ahí. Hace cinco años que llegué al Real Madrid. Al final de cada una de esas temporadas he terminado disputando más minutos de los que se esperaba en un principio. He jugado casi 200 partidos, he ganado siete títulos, he tenido momentos mejores y otros peores, pero siempre he trabajado. A todo el mundo le gustaría ser titular en todos los encuentros.

¿Ve imposible ser titular en el Madrid de los Balones de Oro?

No, imposible no. Lo que ocurre es que en el Real Madrid es mucho más difícil hacerse un hueco que en cualquier otro equipo del mundo. Pero ya le digo, para mí es un auténtico orgullo estar aquí.

¿Usted cree que esta apuesta de García Remón es demasiado arriesgada?

No, para nada. Lo que yo creo es que la apuesta por los Balones de Oro es maravillosa. Es algo fantástico para el fútbol y para nosotros. ¿Sabe? Cuando uno está en el campo con ellos, se ve el fútbol de otra manera muy distinta.

¿En qué sentido?

En que los demás nos sentimos de cine. Es impresionante salir acompañado de ellos. Te ayuda y lo que el entrenador consigue con eso es que los demás nos pongamos a su nivel.

Parecía que juntar a todos los galácticos podía perjudicar en defensa, pero están encajando muy pocos goles.

Claro. La clave está en buscar el equilibrio perfecto. Pero no sólo cuando estén todos ellos en el campo. Por ejemplo, en Tenerife había muchos chavales sobre el césped y el equipo jugó muy bien durante muchas fases del encuentro.

Es que para los canteranos, la de ayer era una oportunidad única...

Por supuesto. Y lo hicieron de maravilla. Ellos también trabajan duro y una oportunidad como esta tienen que aprovecharla. Estuvieron todos muy centrados. Y no olvide la labor que hicieron los demás. Helguera, Morientes, Celades, César... fueron decisivos

La llamada clase media que hay en la plantilla del Real Madrid.

No. No me gusta emplear calificativos. Todos somos igual de profesionales. En el encuentro de Tenerife, el técnico decidió dar descanso a muchos jugadores. Pero los que estuvimos en el campo nos concentramos, lo hicimos lo mejor que pudimos y nos lo tomamos con el mismo rigor que si hubiera sido un partido de Champions o el más decisivo de la Liga.

¿Cómo vivió Santiago Solari la marcha de Camacho?

Ese ya es un tema superado. La verdad es que no me gustaría hablar de ello. Ocurrió hace tiempo y ahora tenemos un entrenador nuevo. Ya está.

¿Se nota la mano de García Remón?

Él es un profesional como todos. Intenta hacer su trabajo bien.

¿Echa de menos a Jorge Valdano?

Sí, claro. Pero no sólo yo. Jorge va a estar presente siempre en la memoria del Real Madrid. Tanto en lo deportivo como en lo externo, él ha sido un hombre importante en el club.

Su contrato acaba en junio. ¿Cómo está el tema de su renovación?

De eso se hablará cuando se acerque. De momento, yo solamente me centro en jugar y aportar todo lo que pueda.