El Deportivo tendrá que buscarse otro motivo para renacer y remontar el vuelo rasante que mantiene en la Liga. Si le salió bien en el Bernabéu, donde ganó contra pronóstico y puso un parche a su paniaguada trayectoria, y anoche lo acarició mientras estuvo por delante en el marcador, topó con un Barcelona que, hoy por hoy, está muy por encima de sus posibilidades.
Tuvo piedad el equipo de Frank Rijkaard. Lo pasó mal el cuarto de hora inicial, pero acabó pareciendo una aplanadora, generando numerosas ocasiones de gol, desplegando su multicolor abanico de posibilidades ofensivas y, sobre todo, casi sin pasar apuros en la portería de Víctor Valdés.
Tres psico-goles. Si la elección de Irureta no fue suficiente motivo de alucinación -Munitis de nuevo por la derecha, Fran como titular, Luque en el banquillo-, ahí llegaron los goles para que todo el Camp Nou se metiera un trippy multicolor. El 0-1 llegó después de un centro de Munitis con la pierna derecha (es zurdo hasta para hablar), para que Fran (que hasta respira con la izquierda) rematara también de derecha.
Pero había más sustancia para la risa. Reaccionó el Barça gracias a una jugada de pillo de Márquez, que sacó rápido una falta, mientras la defensa del Depor sesteaba pensando en la barrera, centró raso Belletti y Xavi marcó... ¡de zurda! Para redondear el rollito chillout, la remontada del Barça se cuajó en una monumental pifia de Márquez, que se sumó a un garrafal error de marcaje de Capdevila, que aprovechó Giuly para centrar y encontrar a Etoo tan solo que se metió hasta la portería.
Zurdos centrando y marcando de derecha, diestros haciéndolo con la izquierda, equipos currados en defensa dejándose robar la cartera en un saque de falta... y por sobre todo, un Barça que nunca perdió la calma, el orden, la convicción de que el partido se inclinaría a su favor. Ni siquiera cuando el Depor llegó a su antojo por la banda de Munitis y se asomaba con Valerón y Fran combinando con gracia, ni entonces el equipo de Rijkaard se descosió anímicamente. Ni agobiado por la buena vigilancia que Manuel Pablo hizo de Ronaldinho mientras se quedó en la banda izquierda titubeó el Barça, que basó su juego en la impecable labor de Xavi, Deco (que debió ser amonestado, porque rascó todo lo que pudo) y Márquez. Y sobre todo, tuvo un gran protagonismo de Giuly y Etoo, el francés abriendo el campo y el camerunés aportando la movilidad que sella todas sus acciones (sobre todo porque le dieron mucho espacio para ello).
Molina evitó varias veces que la victoria blaugrana resultara escandalosa, una a pies de Giuly para quitarle la pelota y otra birlándosela a Etoo, además de otra parada a un zurdazo de Gio. Respondió Irureta con la entrada de Luque por el inédito Tristán y mejoró el ataque con el catalán, pero el Barça ya era demasiado peso para las cansadas piernas del Depor. Tendrá que buscar otro acicate para reaccionar. El Camp Nou, hoy por hoy, es intratable.
Belletti se lesionó en un tobillo
Ya se jugaban los minutos de alargue cuando Juliano Belletti, que acaba de volver de una lesión en el tendón de Aquiles, se produjo una torcedura en el tobillo izquierdo.
