Es lindo y eso es bueno en el fútbol televisivo de ahora

Para mí, Guti se ha convertido en la rueda de auxilio ideal para el Real Madrid. Antes lo era Solari, pero parece estar más desgastada que la de Guti, que gira a la perfección. Considero al canterano del Madrid un jugador inteligente, interesante para cualquier entrenador. Pero a la vez, lo considero un futbolista interesante. He visto ya varios en Argentina como él. Por servir para todo no acabaron jugando de nada. Ser polivalentes provocó que nunca encontraran sitio en sus respectivos equipos; los especialistas en un puesto terminan por salir más rentables a los técnicos.

Quiere aparecer en mi mente el recuerdo de Redondo cuando lo veo a Guti jugando en la posición de cinco argentino en el Madrid. Pero hay varios detalles que hacen que la imagen se esfume de mi mente. Me explico. Para parecerse a Fernando, el canterano debería intentar pararse más en el centro. Le cuesta por ser zurdo cerrado, pero también lo era Redondo y no terminaba yéndose a la cal. Otro detalle importante: tiene que mejorar la seguridad en el desplazamiento del balón. Veo a Guti marrar más pases de los que debiera y siempre me digo que ahora juega en una posición en la que esos lujos acaban pagándose bien caros. Juega a 220 por hora, quiere hacerlo todo muy rápido, y debe pararse, pausar, llevar el partido a su antojo, como hacía Redondo.

El glamour. Yo creo que Guti es un gran futbolista, bueno y con mucha capacidad de aprendizaje. Y tiene una cosa importante a su favor: su cabello rubio. Es un chico lindo y da muy bien en la televisión, y eso es muy importante en el fútbol televisivo de ahora. En eso también se me parece a Redondo, aunque también les diferencia su zurda. Si la de Guti es buena, la de Fernando hacía el amor a los espectadores del Bernabéu cada tarde. Era un tipo que te seducía con su fútbol, daba igual que jugase mal.

Y lo cierto es que a Guti hay que reconocerle que ha hecho jugar a este Madrid de una forma inteligente. También tiene que ver, claro, el estilo amarrete que ahora domina sus acciones. Roberto Carlos no sube, Zizou también se sacrifica en defensa... Este Madrid de ahora le ganaría la final de la Champions al Madrid bohemio de hace cuatro o cinco meses en el que jugaban todos al ataque y defendían tres.

Y en todo ese meollo, arrastrado por la situación, se encuentra Guti. Necesitado de hacer de Makelele, y consiguiéndolo, de Redondo, mandando, y del mismo Guti, repartiendo juego a sus compañeros. Es el nuevo director de orquesta y la música suena bien. Pues que la música continúe.