Este Sevilla es una bestia

Primera | Sevilla 2 - Atlético de Madrid 1

Este Sevilla es una bestia

Este Sevilla es una bestia

reportaje gráfico: morenatti y macario muñoz

El Atlético necesita dos puntas. Golazo de Baptista

El Atlético recibió una importante lección en Nervión, donde se representó un curioso enfrentamiento entre el hermano mayor y el menor. Sevilla y Atlético parecen equipos clónicos, pero los andaluces son una versión superior: el Bloque sin fisuras 5.1 frente al Sólido con carencias 3.0. Los de Caparrós realizaron un partido tan compacto que costaría destacar a un jugador, si no llega a ser por la tendencia acaparadora de Baptista, que juega a ser bestia y bella. Después de magullar a sus rivales en cada choque, se inventó un golazo: aprovechó la potencia para quebrar a Pablo y la calidad para definir, cruzado e inalcanzable para Leo. Un fenómeno.

Hasta ese 2-0, el encuentro fue un monólogo del, acostúmbrense, segundo de Primera. Renato y Martí podían en todo momento con la pareja Luccin-Sosa, exhibiendo la misma capacidad de destrucción y mayor creatividad. Baptista y Aranda, dos portentos físicos, hicieron que Pablo y Perea, por primera vez en esta Liga, se vieran superados. Antonio López era el único atlético que mantenía el tipo. Todo ello con viento a favor, ya que una absurda falta de Jorge en la frontal del área había permitido a Aitor Ocio marcar el primer gol. El traslado de la seria Bilbao al cashondeo sevillano parecía haber perdido al central, pero Caparrós puede con todo. Ayer, formó una pareja perfecta con el siempre solvente Javi Navarro y, fuera del campo, la forma con la modelo Laura Sánchez. Lo dicho, a este equipo todo le sale bien.

Dos delanteros.

Hasta ese 2-0, el único protagonista que no iba de blanco había sido Carmona Méndez, que se lesionó en el minuto 25 y dejó al novato Méndez Núñez al cargo. Un dulce para el Sevilla, que repartió a placer, y su delegado, que armó el desgraciadamente habitual embrollo con los balones para perder tiempo. Un día provocará un buen lío con la gracia. Pero con el partido perdido, Ferrando se decidió a sacar a Salva y, como siempre, el Atlético mejoró sustancialmente con dos puntas. El arreón sólo sirvió para que Pablo acortase distancias en un barullo, pero muestra el único camino a seguir para llegar a Europa. Muy al final, debutó Capel (16 años). El niño hizo dos regatitos y nos dejó con ganas de más. Parece que Caparrós quiere racionar las alegrías a su gente. No es necesario: les van a sobrar.