Mariano García Remón llega a nuestra sede de AS aún con los ojos encendidos por la tensión acumulada en la magnífica noche de Champions. Por lo que aparenta vive algo acelerado, natural, después de cambiarle la vida en la noche de un domingo que no olvidará: fue el pasado 19 de septiembre. Aquel día José Antonio Camacho le dijo en presencia de Butragueño: Hazte cargo del equipo, Mariano. Yo no estoy en condiciones de seguir. Y dice que aceptó por madridismo, también porque era la oportunidad de su vida. Entrenar al Real Madrid era un sueño imposible que en ese momento caía en sus manos inesperadamente. Han pasado diez días. El Gato de Odessa, el hombre que se atrevió a agarrar el toro por los cuernos, tuvo el gratificante gesto de aceptar nuestra invitación para contarnos hacia dónde va este Real Madrid después de la épica noche del gran despertar ante el Roma.

La verdad es que con el segundo gol del Roma vi una dificultad tremenda. Fue un momento crucial. Yo pensé que no debía mostrarme nervioso. No empezar a hacer una locura de cambios. El entrenador siempre debe ser mesurado, tener paciencia y creer en sus jugadores. La verdad es que el gol de Raúl abrió la puerta a pensar que remontábamos. García Remón se sienta a la mesa con Relaño, Roncero y ante la sección del Real Madrid: Colino, Bobadilla, Marco A. Ruiz, Magallón y Ribot. Prevé y no se equivoca, un bombardeo implacable de preguntas. Las preguntas que están en la calle, naturalmente, sin intención alguna de amargarle su 54º cumpleaños. Al contrario, le ofrecemos una tarta de merengue que nos agradece y endulza el momento.

Estamos deseando que nos cuente la intrahistoria de la gran noche del Roma: Los jugadores sabían lo que nos jugábamos. Se animaron mucho en el vestuario. Creo que como grupo estamos avanzando mucho. Los jugadores están concienciados de que tienen que sacar esto adelante.... Relaño entra al cruce y apunta que sí se vieron mejores maneras de fútbol en el equipo blanco. García Remón corrobora: El equipo no hacía grandes alardes, pero estaba ordenado, con buena posesión de balón y buscando las bandas continuamente. He leído en AS que dimos 545 pases buenos. Fijaos: de Figo a Roberto, de Celades a Beckham, el balón se movía bien y además el Roma se equivocó dejándonos metros para jugar. ¿Y si el próximo rival es más agresivo, modelo Athletic? Entonces, a rezar, responde el míster con gracia y velocidad. No. Hablando en serio. Creo que el Madrid ha encontrado el balón. Y esa es nuestra arma para ganar ante equipos agresivos. Veréis como todo va a cambiar a partir de este resultado. Volvemos a tener confianza....

Colino y Ribot están deseando entrar en materia de vestuario. Para ellos no hay secretos en la cocina madridista y ponen a prueba al entrenador. ¿Siente García Remón que los jugadores se han comprometido a apoyarle? Vosotros diréis. Yo hablé uno por uno con ellos y se ofrecieron para sacar esto del atolladero. La respuesta que recibí fue unánime y me siento muy orgulloso de que hagan grupo para salir adelante. Yo les he dicho que en el fútbol, en el césped, con el balón en los pies, es donde van a ser felices en esta vida. Tienen otras cosas estupendas: fama, dinero, familias. Pero donde se van a divertir si ellos quieren es jugando al fútbol. Este es el compromiso. Unirnos en el campo, al margen de cuestiones externas ajenas al balón, para hacer bien lo que mejor sabemos hacer....

Camacho. Mariano García Remón nos ha evangelizado en tres minutos, que diría Florentino Pérez. Nos obliga a creer en que este Madrid volverá a ser un show, un festival de fútbol. Nos pide una botellita de agua, como preparándose para el gran discurso. Quizás hemos entrado en la materia más delicada, la que ha provocado un incendio en el Bernabéu. Mirad, les dije a los jugadores que no mirasen hacia atrás. He llegado yo, García Remón, y no podemos estar hablando de Camacho, lamentándonos, removiendo temas, reprochando o dejando de reprochar. Conmigo hay que mirar hacia adelante. Yo vengo con un estilo. Con una forma de hacer la cosas en el que es importante el diálogo y quiero que todo el mundo pueda expresarse.

Irremediable, después de esta declaración de principios no hay forma de evitar, ni tampoco queremos evitarlo en esta mesa de redacción, hacer la comparativa con Vicente del Bosque. Javier Bobadilla se lo insinúa a nuestro invitado y tiene preparada la respuesta. Voy a tener la mala suerte de que mi trabajo va a estar siempre medido por la comparación con Del Bosque o con Camacho. Si hago las cosas de una manera, dirá todo el mundo que soy como Del Bosque. Si tomo decisiones de otra, que si soy como Camacho. Pues no. Me gustaría que pudiera convencer a la gente de que existe un estilo García Remón. Yo soy permisivo con los jugadores, les escucho y atiendo sus sugerencias. Pero que nadie se equivoque. No soy como algunos quieren ver que soy. Eso de que dejo hacer y que no impondré disciplina... Soy un entrenador muy exigente en el trabajo. No dejo pasar una y quiero que las cosas se hagan según las he planificado. No soy ni como Del Bosque ni como Camacho.

Roncero no puede evitar lanzar un dardito cuando escucha lo de que no es como Del Bosque. El gran Tomás cree tener un argumento para propinar un golpe bajo a García Remón. ¿No concentrarse antes del partido con la Roma no es la primera concesión a la plantilla? Y el mister se arregla la postura de la chaqueta, sonríe y pone las cosas en su sitio: Nunca. Y digo nunca, ningún jugador me ha sugerido que no nos concentremos antes de un partido. ¿Queda claro? Quiero decir con esto que ha sido una decisión propia, a la vista de los viajes, partidos y acontecimientos que nos han hecho pasar una semana muy difícil. Insisto en que ningún jugador me ha pedido que no nos concentremos. Y en los sucesivo, seré yo quien decida si vamos a un hotel o no antes de determinados partidos. Dependerá de los viajes, de los horarios de los partidos y de algunos otros factores. En el caso del Roma, consideré que nos vendría mejor dormir cada uno en nuestra casa y hacer un entrenamiento suavecito en la mañana del partido. Y no nos fue mal.

García Remón intenta agarrar el timón con las dos manos. La nave necesita buen gobierno a partir de una jerarquía. Y aquí el nuevo entrenador es consciente de que trabaja regateando un serio hándicap, no puede ofrecer un currículum de relumbrón. A mí, o me creen o no me creen. Yo no tengo títulos que me respalden ni triunfos sonados. He llegado aquí sin un currículum sonado. Lo sé y eso es complicado para que te avalen en un puesto como este. Yo sólo puedo decir que tengo más de trescientos partidos dirigidos en equipos profesionales. Que he trabajado en grupos de todo tipo, a veces muy difíciles, y que sé defenderme entre profesionales de todo tipo. Con esta tarjeta jamás habría pensado en llegar al Madrid. Pero ahora que estoy aquí, quiero llegar hasta el final del camino.

"No planifico más allá del partido del próximo domingo

Florentino Pérez le ha creído, la plantilla también y no hay una razón para no pensar que quizás estemos ante el gran Año Mariano madridista. Antes de seguir con la charla, procede soplar las velas y cortar la tarta con ese gran escudo del Madrid. ¿Un deseo?: Buff, tendría que sacar la lista de deseos del bolsillo y estar una hora leyéndolos. Son tantos... Dejémoslo en que el domingo volvamos a hacer un gran partido ante el Deportivo para ganar con tranquilidad. Claro, fútbol. Hablemos de fútbol, Mariano. Lo urgente es saber el estado de Ronaldo y si ya maneja a Guti o Morientes como sustitutos. Ya me gustaría saberlo a mí. Mañana (por hoy) los médicos me dirán cómo está Ronie y decidiré. Oscar Ribot se preocupa porque Ronie no ve puerta. García Remón, también: Todos queremos recuperar a Ronaldo. La verdad es que al chaval no le salen las cosas. Viendo las estadísticas de Osasuna, resulta que corrió el doble que la media del año pasado. Y ante el Roma dispuso de un par de jugadas, pero... Quiere hacer cosas y no le salen. Se engancha en los regates con el balón y no consigue escaparse en velocidad. Así son los delanteros. Funcionan por rachas. Es cuestión de paciencia y de que le salgan un par de jugadas bien y marque dos goles. Yo tengo toda la confianza del mundo en Ronaldo. Está trabajando de maravilla.

No hizo falta forzar el diálogo para que derivase de inmediato en otro nombre propio de la gran noche romana. Raúl González, el capitán que volvió a poner al Bernabéu en pie. El entrenador es un clásico para esto: ¿Habéis visto la foto de Raúl? Es impresionante. Ese grito de furia demuestra lo que estos jugadores estaban pasando en estos días tan difíciles. Su primer gol nos hizo creer en la remontada y no digo nada del tercero. Los celebramos con tanta alegría porque ya era difícil que el Roma nos pudiera dar la vuelta al marcador. Tiene más cuerda García Remón después de dar un sorbito de agua: Yo nunca he visto a Raúl tan mal como se ha dicho. Creo que su problema estaba en que quería resolver solito demasiados problemas. Bajaba, subía, iba a la banda y se mataba a correr sin conseguir resultados. Yo quiero que esté más cerca del área y esté confiado. Raúl es un jugador muy importante para el Real Madrid.

Marco A. Ruiz no tarda dos segundos en preguntar al mister si el caso Roberto Carlos está cerrado. Al menos eso pareció con el golazo y el reencuentro con la afición. El Bernabéu es exigente y quiere que sus futbolistas se esmeren en los valores clásicos. Roberto marcó un golazo soberbio, propio de su calidad. Desde el banquillo vimos cómo entraba ese obús por la escuadra. Y la gente respondió de maravilla. Yo sabía que el público de la Copa de Europa nos iba a recibir muy bien. Nadie quería sangre en el Bernabéu. Estaba clarísimo.

En tan profundo momento de la tertulia se incorpora Tomás Guasch. Aparece como una moto por la puerta, viene de Barcelona emocionado por el 4-2, pero una pizca incrédulo ante lo que está por llegar. Nuestro carismático subdirector saluda a García Remón con una desternillante reverencia y le espeta: Haga usted lo que pueda, amigo. El mister encaja la broma con absoluta deportividad y también acepta el comentario inmediato de Guasch: Entiéndame, esto sólo se arregla si nos traemos a Vieira o uno similar por Navidad ¿no?.

García Remón se pone un poquito serio. Este tema es una decisión de estado mayor. No quiere cometer renuncio y mide la respuesta para que no haga daño en ningún sitio. Ni arriba ni abajo. Ni en el despacho oval del Bernabéu ni en el vestuario de Las Rozas. Esta cuestión no está en mi mano. Si el club acepta ampliar la plantilla, pues adelante. Si me piden opinión... Yo pediría un centrocampista que juegue bien al fútbol, que sepa tratar el balón. Un hombre que encaje en esta dinámica de futbolistas donde el balón hay que cuidarlo. Relaño apunta que al presidente le gusta fichar delanteros antes que defensas, Samuel es la excepción, y que será difícil que le traiga un centrocampista. El técnico esquiva la entrada con los dos pies: No sé cómo está el mercado ni qué va a suceder de aquí a enero. No sé quién debe tomar este tipo de decisiones en el club. Si considera que podemos fichar, pues adelante. Yo, de momento, me remito a trabajar con la plantilla que tengo. Es lo que hay, lo que tenemos y ellos son los que han de sacar esto adelante. Yo no voy a buscar un jugador por Europa. Ni tengo tiempo ni suficientes informes para elegir a un futbolista.

Barça. Está en racha Tomás Guasch. Llega de Barcelona con informes amenazantes sobre el buen juego del equipo azulgrana. La pregunta es si ya tiene García Remón un plan para el asalto al Camp Nou el señalado 21-N. ¿Pero cómo te atreves a preguntarme por un partido de noviembre? Querido Guasch: yo lo más allá que planifico es el partido del domingo contra el Deportivo. ¿No ves que ahora mismo no sé qué va a ser de mí después del siguiente partido? De verdad, la situación en estos momentos no invita a hacer planes a largo plazo. Tenemos que ir recuperándonos pasito a pasito, ganando punto a punto y confiando en nosotros mismos a base de buenos resultados. No hagamos planes ni mucho menos pensemos en qué sucederá al final de temporada.

Una vez más le suena el teléfono móvil. Sí, Emilio, enseguida nos vemos. El nuevo director general deportivo le llama a capítulo en el Bernabéu. La actividad del mister es realmente agotadora. Entre planificación, burocracia y partidos apenas tiene tiempo para sí mismo. Nosotros aprovechamos para lanzar las últimas andanadas. Nos interesa todo lo que ocurre con Beckham. Apunta Javier Bobadilla que le vio más escorado y más participativo ante el Roma. Me alegra que lo hayas sabido ver. Efectivamente le he dicho a Beckham que quiero que juegue más cerca de Figo. Que se sitúe por detrás del portugués caído hacia la banda. Así ganamos en participación y con su toque pondrá balones al área, que es su especialidad. Esto tiene ciertos riesgos a la hora de defender, pero necesito su sacrificio para que recupere la posición en cuanto perdamos el balón. Reposa la palabra García Remón y recuerda a Guti: Es un jugador importante para este equipo. Nos aporta muchas cosas porque es capaz de jugar en cualquier puesto. Es delantero, centrocampista, volante... A veces, los jugadores más importantes no son los que juegan siempre los noventa minutos, sino los que juegan en muchos sitios y nos aportan soluciones.

Soluciones no aporta de momento un futbolista que inquieta a nuestro editor de sección, Fernando Magallón. ¿Qué pasa con Woodgate. Será titular? García Remón mira fijamente a su interlocutor, medita lo que va a decir, porque quizás no sabe muy bien qué decir. Yo, sinceramente, he visto jugar poco a Woody. El chico está entrenándose con entusiasmo y la semana próxima estará ya tocando balón. Es espabilado con el idioma y creo que eso le ayuda a integrarse con rapidez. Pero necesito verle mucho más para saber si está en condiciones de entrar en competición. Los informes sobre su calidad de juego son excepcionales por parte de técnicos de muy diferentes equipos. Lo que yo deseo es que nos ayude con sus cualidades a reforzar el equipo cuanto antes.

García Remón lleva dos horas en AS. Nos ha contado muchas cosas y le hemos dado nuestro aval para el futuro. Ni Vicente del Bosque ni José Antonio Camacho. Este es el Año Mariano y que le acompañe la suerte.