Luccin se recupera rápido y forzará para jugar el sabado

El Atlético recibió ayer una noticia tan buena como inesperada cuando Peter Luccin comenzó a golpear balón. El francés ha llegado a esta fase de la recuperación de su esguince de tobillo mucho antes de lo esperado, y ha pasado de ser baja segura para el partido de Anoeta a que su presencia sea más que probable. Esto supondría una enorme alegría para César Ferrando, que, dentro del amplio repertorio de mediocentros de que dispone, considera a Luccin el número uno.

El francés se dañó su tobillo izquierdo ante el Villarreal, en una desgraciada jugada en la que pisó a su compañero Aguilera. Tras las correspondientes pruebas médicas, se le diagnosticó un esguince de grado 1-2 con su correspondiente baja de dos semanas. Sin embargo, ayer, sólo cuatro días después de lesionarse, saltó al césped del cerro del Espino junto al preparador físico recuperador, Óscar Pitillos y se ejercitó como si hubiera transcurrido el doble de tiempo. Luccin estuvo golpeando el balón en corto, en largo y disparando a portería con ambas piernas, uno de los últimos pasos en la recuperación de este tipo de lesiones. Hoy mismo podría comenzar a entrenarse con el resto de la plantilla, un plazo más que suficiente para jugar el sábado contra la Real.

Colsa y Sosa.

La milagrosa recuperación de Luccin le solucionaría a Ferrando una de sus principales dudas para ese partido. Sin el francés, el doble pivote titular lo formarían Colsa y Sosa, algo que no terminaba de convencer al técnico, ya que, al faltar también Ibagaza, no veía a nadie capaz de dirigir el juego con fluidez. Si juega Luccin, Colsa podría ser el sacrificado. El cántabro ha sido titular desde que llegó al Atlético en plena Intertoto, pero en los últimos partidos ha descendido su rendimiento y Sosa, más defensivo, le ha comido mucho terreno.

Ibagaza es baja confirmada

El milagro de Luccin no se repitió con Ibagaza. El argentino no se ha recuperado aún del problema muscular en los isquiotibiales que se produjo hace ocho días frente al Levante y, pese a que se había especulado con una hipotética reaparición, no estará en San Sebastián. El Caño ni siquiera se calzó las botas ayer, ya que estuvo realizando ejercicios de recuperación en el gimnasio y sólo salió al campo para realizar carrera continua. Por lo tanto, no volverá a jugar hasta el 17 de octubre ante el Racing.