Hoy Ronaldo y Oliver Kahn se volverán a ver de nuevo las caras. Será en un partido amistoso entre Alemania y Brasil que se celebrará en estadio Olímpico de Berlín. De fondo, la reinauguración de un estadio que ha sufrido un lavado de cara para el Mundial de Alemania 2006 en el que se han invertido nada más y nada menos que 250 millones de euros en una de la catedrales del fútbol europeo que pasará a contar con 79.000 localidades.
El morbo de este partido está servido por sí solo aunque no se trate de competición oficial: de nuevo Oliver Kahn se tendrá que enfrentar a su bestia negra. Se volverá a medir a Ronaldo, jugador que le amargó la noche del 30 de junio del 2002 con dos goles en aquella recordada final del Mundial de Japón y Corea. Sin embargo ambos jugadores, pasados dos años, llegan con circunstancias muy distintas a este reencuentro: mientras que Ronaldo se mantiene en la cima del fútbol siendo el mejor delantero del mundo, tiene una vida sentimental estable y esta temporada se le nota más fino que nunca, Kahn llega en el declive de su carrera, criticado en su país por numerosas intervenciones desafortunadas tanto con Alemania como con el Bayern y a eso hay que sumarle los continuos líos de faldas que acabaron con su matrimonio.
Las selecciones de Brasil y Alemania también tuvieron un punto y aparte muy distinto tras aquella final: mientras que Brasil consiguió este verano ganar la Copa América como último gran logro, Alemania hizo el ridículo en la Eurocopa siendo eliminada en la primera fase lo que provocó la destitución de Rudi Völler y el nombramiento de Jurgen Klinsmann como nuevo seleccionador del conjunto teutón.
Además de lo contado, la actualidad de ambos protagonistas es muy distinta en lo que a la preparación para este choque se refiere: Por un lado Kahn ha tenido que aguantar la rebeldía de Lehman que insinuó a Klinsmann que ya estaba cansado de viajar a torneos y no jugar ninguno. De momento Oliver salvó el envite y hoy de nuevo será titular. Lo que no ha podido salvar el meta del Bayern es mantener la capitanía de su selección ya que Klinsmann se la ha dado a Michael Ballack, ya que según el seleccionador teutón es mejor que la capitanía la lleve un jugador de campo. Por su parte Ronie llegó ayer a Alemania y habló sobre su situación personal, muy distinta a la del alemán: Estoy muy feliz fuera del campo y espero que esa felicidad se refleje dentro del terreno de juego. El de hoy es un partido amistoso, pero es maravilloso que exista esa rivalidad entre Alemania y Brasil. El estadio Olímpico es maravilloso, digno de una final de la Copa del Mundo. Esperemos que nos traiga suerte.
Ronie ya eligió las alianzas
Ronie se incorporó ayer a la selección brasileña tras disfrutar del día de descanso que le concedió Carlos Alberto Parreira. El delantero madridista pasó todo el lunes con Daniella Ciccarelli comenzando ya a realizar preparativos de la boda entre ambos que se celebrará en el mes de enero. Incluso ya han elegido las alianzas que sellan su relación. Ayer posaron en el aeropuerto de Sao Paulo con sus alianzas de compromiso.
