Rafa Benítez sigue con expectación el desarrollo del caso Gerrard desde su privilegiada posición de entrenador del Liverpool. El técnico español no tiene noticias de que el jugador haya movido ficha para firmar por el Real Madrid el próximo junio, aunque por su experiencia en el mundo del fútbol, excusa pronuciarse oficialmente hasta que hable con el crack cara a cara el próximo jueves, al regreso del partido con Inglaterra.

Benítez cuenta con Gerrard como estandarte y eje del nuevo Liverpool. Confía, además, en que cumpla sus tres años de contrato con los de Anfield y no se produzca otro caso Owen. Es decir, no desearía que el futbolista se ponga en una posición de fuerza contra la entidad para marcharse al Madrid.

El técnico, por lo tanto, se posiciona claramente en contra de una posible marcha de Gerrard, tanto por razones deportivas como de impacto en la masa social de la entidad, ya que en Liverpool se le considera una de las joyas de la actual plantilla. Si los reds no fueran capaces de retenerle, sería un mal síntoma de debilidad de la estructura de gestión del club, encabezada por el propio Benítez.

Siempre según el entrenador, no habría actualmente señal alguna de que Gerrard tuviera un plan de presión para marcharse. Y cree Benítez que las declaraciones del jugador al Daily Telegraph, reproducidas ayer por AS, en cuanto a su decepción por no ganar títulos y a la decepción por la marcha de Owen, no son más que una opinión que refuerza su interés por llegar lejos y ganar títulos en el Liverpol con el proyecto que ahora emprendemos, dice el técnico madrileño.

No obstante, Benítez aboga por la prudecia al saber que a Gerrard le representa SFX, la misma agencia que vendió a Beckham, Owen y Woodgate al Real Madrid. Esta pista le provoca cierta sospecha y le obliga a mantener una conversación mañana jueves con el jugador, para sacar de él la verdad sobre sus intenciones para la próxima temporada. En el Liverpool se han encendido las alarmas.