"Scolari: Esto es una guerra y en una guerra se mata o se muere"

El técnico brasileño y seleccionador portugués Felipao Scolari contempla el partido Portugal-España de mañana como una guerra. Así lo manifestó ayer cuando Paco González, director de Carrusel Deportivo, le llamó proponiéndole una entrevista para la Cadena SER. Yo no hablo ahora con españoles. Para cadenas de radio, no, se arrancó Scolari. Tomó aire y continuó: Porque esto es una guerra y en la guerra se mata o se muere. Ustedes son españoles y yo soy portugués. Tenemos un partido y cualquier cosa que yo diga será diferente (?). Es mejor para nosotros que no nos hablemos. Y colgó el teléfono.

La televisión portuguesa tuvo acceso a estas palabras de la SER y las difundió. La conmoción en el país fue considerable. No sabemos qué entiende Scolari por diferente; pero diferentes, por lo terribles, son sus alusiones a la guerra, al matar y al morir. Diferentes a todo lo conocido en un brasileño, pues Brasil es sinónimo de fiesta. Jamás los grandes de allí han asociado fútbol, guerra y muerte.

Las desgraciadas manifiestaciones del seleccionador portugués invitan a pensar que España se va a encontrar en Alvalade con una encerrona extraordinaria. El equipo de Sáez se prepara para un partido de fútbol; el de Scolari, para la guerra.

¡Purtugal, Purtugal! La ambientación a lo grande en Portugal en la recta final hacia el partido ha empezado al mismo tiempo que Scolari abría la caja de los truenos y de la intimidación. Las televisiones del país gritan y gritan continuamente el ¡Purtugal, Purtugal!, pues así pronuncian el nombre de su país. En programas informativos, en los anuncios, en los musicales, en los concursos, la bandera del país aparece agitada por manos casi enloquecidas. Es El Partido para ellos y no lo ocultan precisamente.

Y así, lo que hasta ahora eran buenos deseos para la Selección de España se va tornando en un ambiente hostil, que será infernal en el estadio del Sporting, donde los cerca de 18.000 españoles que se espera estén presentes se verán engullidos por los casi 35.000 portugueses que han convertido ya este 20 de junio en la fecha de su vida.

Curiosamente, el último triunfo de Portugal sobre España fue un 20 de junio. De 1981. Ha llovido, sí. Y en según que cosas, para mal. Ni entonces ni nunca tuvimos que vérnoslas con un Scolari.