Metrosexual y gladiador romano

Yo digo | Joaquín Maroto

Metrosexual y gladiador romano

Lo de Totti es sorprendente. Me pregunto cómo se puede ser a la vez metrosexual y gladiador. ¿Acaso están locos estos romanos? Pues no. Totti ha demostrado que bajo ese aspecto de hombre moderno, refinado, urbano, amante de la belleza, el diseño, la gastronomía y la moda, entre otras exquisiteces, se esconde un guerrero implacable. Y lo ha demostrado con la patada inmisericorde, coz de asno, que le propinó, en las mismísimas narices de Mejuto (el de ¡me cago en mi madre! Rafa, no me jodas) al danés Henriksen, quien debe estar pensando que aunque Totti se vista de seda, Totti se queda.

Metrosexual: la palabreja se da a la confusión, que es precisamente lo que el término viene a significar. La inventó un inglés, Mark Simpson (que lo mismo tiene algo que ver con Bart Simpson) y etiqueta a los jóvenes con fama y dinero, animales de noche y de metrópolis que de lo que más gustan es de sí mismos y que, aunque rozan la estética gay, gustan mucho a las mujeres, explicó en su día el New York Times. Uno lo lee y sólo le vienen a la cabeza los miembros de UPA Dance y los futbolistas. Los italianos, con esa estética Dolce&Gabanna, todos menos Gattuso. Pero los españoles también, salvo Pujol y, si estuviera, Salva. Pero volvamos a Totti, ¿cómo lidiará Camacho con los metrosexuales? ¿Cómo les pedirá el de Murcia a los metrosexuales, uno o más, que le echen testosterona? ... ¡Si es lo que quieren esconder!