Seis policías resultaron levemente heridos y diez personas fueron detenidas por desórdenes durante las reyertas que se produjeron en el estadio Olímpico de Roma en el que se jugó el clásico entre el AS Roma y el Lazio (1-1) de la vigesimocuarta jornada del Calcio, un partido considerado de "alto riesgo".

Al estadio ubicado en el Foro Itálico asistieron unos 80.000 espectadores. Los incidentes se produjeron una media hora antes del comienzo del partido. Los tifosi, por grupos, habían dejado su lugar sobre las gradas del fondo norte para acudir a lanzar distintos objetos a los policías.

Estos efectuaron algunas cargas con granadas lacrimógenas para dispersar a sus agresores y calmar la situación. Debido al carácter muy especial de este partido, la policía había previsto un dispositivo especialmente fuerte.

Varias unidades de intervención rápida 'Celere', con cascos y escudos antidisturbios, hicieron su aparición, cerrando todo el recinto. Algunas decenas de furgones con los cristales blindados colocaron se situaron en las avenidas circundantes.