Rey del mundo por tercera vez

Copa IntercontinentalCrónicaReal Madrid 2-Olimpia 0

Rey del mundo por tercera vez

Rey del mundo por tercera vez

Ronaldo, en su estadio talismán de Yokohama, y Guti, de impecable cabezazo, sentenciaron a favor del Madrid la final de la Toyota Cup frente a un digno Olimpia.

El Real Madrid se ha proclamado por calidad campeón del mundo al derrotar en la Copa Intercontinental al Olimpia paraguayo por 2-0, con goles de Ronaldo (MVP de la final) y Guti.

Allí donde Ronaldo batió por dos veces a Kahn para darle a Brasil su quinto Mundial (aunque en la portería contraria) ha encarrilado el triunfo del Madrid para llevarse el trofeo por tercera vez en su historia. Guti, su sustituto, selló la cuestión de un implacable cabezazo tras un centro medido de Figo, quien jugó en encuentro fenomenal.

Eléctrico arranque

Eléctrico comienzo de partido, con un aire a aquél matador arranque del Boca Juniors de Riquelme y Palermo frente a los madridistas en 2000. El Olimpia, desde su modestia, casi se adelantó en un envenenado centro de Miguel Ángel Benítez que rebotó en un contrario y asustó a Casillas.

Aunque muy poco después Ronaldo lo intentó por vez primera, en un cabezazo franco, el Olimpia volvió a golpear con Córdoba.

Esos minutos de nervios blancos dieron paso (en cuanto Roberto Carlos, Figo, Zidane o Ronaldo se pusieron a sopesar la calidad del rival y a apreciar que de ellos dependía esta final) al control del Real Madrid. Un dominio forjado desde la superioridad técnica. Y comenzó el acoso a Tavarelli, un mal portero si se le compara con Casillas, inmenso durante este primer tiempo, acreedor también a otro coche Toyota.

Bendito minuto 14

A los 14 minutos llegó el primer gol. Roberto Carlos vio el hueco que abría Ronaldo, Raúl (con el retrovisor) abrió las piernas y el brasileño de oro controló, tras caerse Zelaya, y machacó con un colocado disparo con la derecha.

La final ya estaba donde el Madrid quería, con tempranera ventaja. El rival, eso sí, no se deprimió. Segundos después ya estaba López chutando con energía al poste (la suerte, sí, acompaña a los campeones; la Parca, en cambio, recluta sus adeptos entre los perdedores).

Siguió el control europeo del juego en este Mundial de clubes, pero el Olimpia no descartó nada. La debilidad defensiva del Madrid (se ve que Helguera contagia su pánico aéreo) convirtió cada balón bombeado en una taquicardia para el hincha madridista. Así hasta que una jugada rasa y rápida de ataque del Olimpia acabó con la parada de todos los tiempos de Casillas a tiro dócil pero a bocajarro del 'Peque' Benítez.

Soberbia segunda parte

Intenso segundo tiempo, soberbio por la calidad de muchos madridistas. De ida y vuelta, sin descanso para las porterías. Y, con ello, el caos táctico, la desaparición del centro del campo y la alegría del fútbol veloz, vertical.

Ronaldo, en su mejor partido como madridista, tuvo varios disparos de crack, y hasta algún amago de arranque en carrera como aquellos que lo elevaron al Olimpo. Tavarelli, entonces, se descubrió como un meta apañado, sin que Paraguay tenga ya que echar de menos a 'saco de patatas con punterazo' Chilavert. El Olimpia, pese a la avalancha que se le venía encima, y como seguía a un gol de empatar, también buscó sus opciones. En especial poco después de que Makelele fallara un remate fácil. El 9 Báez, que entró por Córdoba, casi iguala con un cabezazo libre pero desviado.

Entonces llegaron dos cambios que decidieron la final. Pumpido quitó al mejor del Olimpia, el 'español' Benítez, y Del Bosque hizo lo mismo, Ronaldo por Guti. La diferencia es que muy pronto Guti impuso su estatura en un medido centro de Figo y final resuelta.

Mucho tardó el Madrid en resolver su tercera Intercontinental a favor frente a un oponente de escasa entidad, pero que luchó con dignidad hasta el último suspiro.

El Madrid, sobrado por la calidad de su plantilla estelar, celebra su Centenario con su tercer título internacional en 2002, tras la Champions, la Supercopa de Europa y esta Toyota Cup. Además, iguala a tres trofeos con el Peñarol, Nacional y Milán. Y a 15 títulos internacionales con el Independiente de Avellaneda argentino. Más no se puede pedir. Y esperanzas renovadas para el futuro inmediato, ese que empieza a tiro de vuelta al mundo en avión con la Liga y la Liga de Campeones.

Figo y Ronaldo estuvieron espectaculares. Bienvenidos estos dos futbolistas de primer orden que se hicieron amigos en la temporada 1996/97 vestidos de... azulgrana. Gaspart no sabe dónde meterse.