El presidente del Burgos, José María Quintano, ha ofrecido este martes la carta de libertad a los miembros de la plantilla, algunos de los cuales ya la han aceptado mientras otros se mantienen a la espera de ofertas o de saber si el club jugará en Segunda B.

Quintano se ha reunido con cada jugador y les ha comentado que aún no tiene decidido si inscribirá al equipo en la categoría inferior, algo que meditará en los próximos días al analizar la situación económica que se origine tras las rescisiones de contratos.

Ya no pertenecen a la plantilla burgalesa jugadores como José Félix Guerrero, Emery, David Fernández, Larraínzar, Ivo y Velasco, todos ellos llegados esta temporada al equipo, mientras que los tres cedidos, Aizpurúa, por la Real Sociedad, y Epitié y Brandán, por el Alavés, regresan a su clubes de origen.

De los que ya formaban parte del Burgos han aceptado la carta de libertad tan sólo dos de ellos, Zubizarreta y Nené, que, al igual que el resto de compañeros, pueden firmar ya con otros clubes para la próxima campaña.

En situación de espera se mantiene el resto de la plantilla, entre los que están tres de los nuevos fichajes, Urraka, Raúl García y Solaun, aunque ninguno de ellos tiene intención de continuar según han anunciado esta mañana, al igual que el yugoslavo Isalovic.

Entre los futbolistas que continuaban en el club aún no se han desvinculado Alberdi, Alex, Angel Merino, Joyce Moreno, Iñaki, Tito, Conget, Lucio, Cuyami y David González y su situación dependerá de si encuentran un equipo o el Burgos juega en Segunda B y aceptan revisar a la baja sus contratos.

De momento, los entrenamientos han quedado suspendidos a la espera de la decisión del presidente de si el club seguirá adelante o desaparecerá.