El capitán de la plantilla del Burgos Lucio Arnaiz ha señalado esta mañana en rueda de prensa que los jugadores aún no se creen "lo que está pasando" y ha añadido que le parece "penoso y lamentable" que no se haya podido cubrir el capital social necesario para la conversión.

"Ayer no me lo creía y todavía me está costando", ha dicho el futbolista, que se ha mostrado partidario de "confiar en una solución" aunque también ha sido claro a la hora de afirmar que "cada uno sabemos a quién hay que echarle la culpa".

Lucio, uno de los dos jugadores burgaleses que hay en el equipo, ha explicado que el presidente José María Quintano les había informado y que están a la espera de que se les pueda conceder "una moratoria", aunque piensa que "siendo realistas hay pocas opciones". "Nos ha dicho que tenía opciones pero que al final se fueron al traste y que él luego se vio corto de tiempo para encontrar el dinero", ha indicado como causa de la situación que se ha creado.

El defensa, que ha asumido el papel de hablar en nombre de la plantilla, ha aclarado que están dispuestos a "esperar hasta el lunes", plazo que les ha pedido el máximo mandatario, aunque ha reconocido que podría haber jugadores que "se estén moviendo ya" para buscar equipo. "Ha sido una gran sorpresa porque parecía que todo estaba resuelto", ha dicho Lucio que, como casi todo el mundo, pensaba que "se había hablado poco del tema y extrañaba que pudiera salir mal", en referencia al desembolso del capital social.

Sobre los doce nuevos jugadores que habían llegado a la plantilla, el capitán ha señalado que "pensaban que todo estaba arreglado" por lo que se encontraban tranquilos hasta ayer jueves que terminó el plazo para desembolsar el capital social y no se hizo efectivo.