Condena unánime y anuncio de medidas

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Condena unánime y anuncio de medidas

Condena unánime y anuncio de medidas

Las máximas autoridades deportivas y políticas se reunirán el próximo día 9 en Madrid para tratar de atajar este problema.

El incremento de la violencia en los estadios de fútbol españoles ha desatado múltiples condenas por parte de las máximas autoridades deportivas y políticas, que se reunirán el próximo jueves, día 9 en Madrid, para tratar de atajar este problema.

El ministro del Interior, Mariano Rajoy, y los presidentes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Federación Española de Fútbol (RFEF), Pedro Tomás y Angel Villar, respectivamente, estudiarán medidas para prevenir episodios como los acaecidos el pasado fin de semana en varios estadios españoles.

Juan Antonio Gómez Angulo, secretario de Estado para el Deporte, afirmó que los contactos con el Ministerio del Interior en las últimas 48 horas han sido "constantes".

"La violencia en el fútbol es un asunto que el Gobierno está decidido a atajar con la actual normativa y, si es preciso, con la modificación de la misma, porque es un fenómeno que se ha producido con unos efectos miméticos verdaderamente sorprendentes en las últimas semanas", manifestó.

Preocupación de Villar

Angel María Villar reconoció su "tremenda preocupación" por los nuevos brotes de violencia y aunque calificó como "muy buena" la Ley del Deporte, apuntó la posibilidad de "modificar alguna cosa" e incidir en "medidas preventivas".

Villar reiteró la disposición de la RFEF a "colaborar al máximo" en materia de antiviolencia y destacó que el final del campeonato de Liga, "en el que se deciden las clasificaciones", influye en el aumento de este tipo de conductas.

La preocupación por el incremento de la violencia también ha sido analizada por los grupos políticos. Ignacio Gil Lázaro, portavoz adjunto del PP en el Congreso, garantizó que habrá una respuesta "eficaz y contundente" desde las instituciones.

Gil Lázaro explicó que tanto el Gobierno, como la LPF y los clubes, quieren que "el espectáculo de unos cuantos vándalos no contagie ni cree un ambiente que afortunadamente nunca se ha dado en los campos de fútbol españoles".

Críticas de la oposición

El PSOE presentó en la Asamblea de Madrid una proposición no de ley, que se debatirá en el pleno del próximo día 16, con doce medidas contra la violencia en el fútbol, entre ellas la de "prohibir la financiación de los clubes a las hinchadas ultras, cualquiera que sea su forma o manera".

El grupo socialista aseguró que "hasta ahora los grupos de clara ideología nazi-fascista han contado con cobertura propagandística, financiación y locales por parte de determinados clubes, si bien no se ha querido reconocer públicamente".

Desde IU, su portavoz adjunto, Juan Ramón Sanz, criticó que el Gobierno del PP "asuma este tema como un mal menor y no le dé la importancia que tiene".

A su juicio, el PP "no tiene interés en perseguir a los responsables del rebrote xenófobo y fascista que se está viviendo, ni en atajar este fenómeno desde su base".

Acuña no se arrepiente

Roberto "El Toro" Acuña, internacional paraguayo del Zaragoza, uno de los "protagonistas" de los violentos incidentes acaecidos en la pasada jornada de Liga, manifestó que no se arrepiente de su forma de actuar tras el partido ante el Villarreal.

Acuña considera que era "lo adecuado" después de que un aficionado agrediera a un compañero. "Algo que no se puede permitir en un campo de fútbol, y menos en Europa", declaró.

Su compañero Xavi Aguado piensa que la violencia es "un reflejo de lo que pasa en la sociedad, que está muy crispada".

Las plantillas de Barcelona y Osasuna expresaron su preocupación y reclamaron soluciones "a fin de evitar que suceda algo más grave".

Inquietud y miedo en los clubes

"Hay que corregirlo rápidamente. Se quitaron las vallas porque todos pensábamos que esa era la mayor seguridad y habrá que buscar soluciones porque no podemos seguir así", comentó Miguel Angel Lotina, entrenador de Osasuna.

El defensa del Barcelona Abelardo Fernández admitió sentir "un poco de miedo" y consideró que la medida que llevó a quitar las vallas de protección en beneficio de la seguridad de los aficionados se ha convertido en "peligrosa, porque si 500 ó 600 aficionados se deciden a saltar al césped es imposible detenerlos".

Fernando Roig, presidente del Villarreal, se sumó a la inquietud que reina en el mundo del fútbol y apuntó la necesidad de evitar que los aficionados puedan saltar a los terrenos de juego.

Sin medidas en algunas entidades

Para José Antonio Pérez, jefe del departamento de relaciones externas y comunicación del Tenerife, "el asunto de la seguridad concierne a más colectivos que a un club de fútbol".

Clubes como el Espanyol, indicaron que no se han planteado reforzar la seguridad con vistas al último encuentro de Liga, mientras que otros, como el Mallorca, Valladolid y Zaragoza anunciaron que sí lo harán.