¡Qué poquito le faltó al Milán! Los hombres de Carlo Ancellotti tuvieron en su mano el llegar a la final del 8 de mayo, pero la dejaron escapar cuando a los 20 minutos ya mandaban 2-0 y tenían al Borussia al borde de la desesperación.

Los rossoneri salieron con una furia desatada al césped de San Siro y se merendaron a los alemanes en 20 minutos primorosos. Pero a partir de ahí llegó la oscuridad.

Lehmann, que estuvo muy torpe en las acciones que le costaron los dos primeros goles a su equipo, recuperó poco a poco el tono y el Borussia supo sujetar a los hombres clave del Milán. El peso del juego ofensivo milanista recayó entonces en Gattuso... y claro, el Borussia supo dominar en el último cuarto de hora de la primera mitad.

En la segunda parte, Ancellotti se jugó el todo por el todo. Quitó a Contra, autor del 2-0, y metió en el campo a José Mari. Y cuando todo parecía estar acabado, ya en el tiempo extra, un penalti tonto en área del Borussia lo transformó Inzaghi en el 3-0. Quedaban cuatro minutos de prolongación. Pero ni por esas. Ricken, en la siguiente jugada, hizo el 3-1 y el sueño milanista se escapó. El Borussia peleará ahora por el triplete continental en De Kuip, tras lograr la Champions del 97 y la Recopa del 66.