Los jugadores de la selección brasileña que disputará un amistoso contra Islandia el próximo jueves fueron recibidos esta madrugada en el aeropuerto de Cuiabá por unos 500 hinchas que, a gritos, pedían la presencia del delantero Romario en el equipo.

Pese a las intensas presiones para que convoque al goleador, de 36 años, el seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari, lo dejó fuera de la lista de 18 convocados para el partido contra Islandia, el jueves en la ciudad de Cuiabá.

El amistoso será el tercero de los siete que Brasil tiene programados en su preparación para la fase final de la Copa del Mundo de 2002. En el primero goleó por 6-0 a Bolivia y se impuso a domicilio por 0-1 a Arabia Saudí.

Pese a que la selección sólo desembarcó en Cuiabá hacia la 1.30 de la madrugada (4.30 GMT), unos quinientos hinchas esperaron la llegada de Scolari para, como ha ocurrido en los últimos partidos, defender la convocatoria de Romario.

El seleccionador, que fue llamado "burro" por los hinchas, se abstuvo de hacer declaraciones a la prensa.

A la presión para que el atacante del Vasco da Gama sea convocado para el Mundial de Corea del Sur y Japón se ha sumado hasta el presidente del país, Fernando Henrique Cardoso.

El regreso a la selección del considerado mejor futbolista de la fase final de la Copa del Mundo de EEUU'94 es considerada como inminente por la prensa brasileña, que especula sobre la posibilidad de que Romario refuerce a la selección en el amistoso contra Yugoslavia del 27 de marzo.

El partido contra Yugoslavia será el primer examen de peso que afrontará el equipo brasileño, pues Scolari podrá reunir a los jugadores que militan en clubes extranjeros.