¡Hala Panucci!

Liga de Campeones | Barcelona 1 - Roma 1

¡Hala Panucci!

¡Hala Panucci!

ENRIC FONTCUBERTA

El Roma tuvo el triunfo gracias a un gol del ex madridista. Pero Candela se durmió y Puyol le dio el empate a Kluivert.

La víspera nos dijo que firmaba el 0-1. Le faltó añadir que el gol lo metería él. ¿Pero cuántos goles habrá metido en su vida Panucci? No llegarán a la docena. El de ayer no le valió a su Roma para ganar en el Camp Nou porque su compañero Candela se durmió y Puyol le robó la cartera y el donut, y se la puso otra vez a Kluivert como el día del Depor, esta vez por abajo. Sólo le faltó decirle lo que Cruyff le decía a Clares: ¡Manolo, marca ya! Manolo o Patrick; da igual.

Fue la noche de Panucci, ¡hala Panucci!, durante un buen rato. Defendió bien el italiano y una vez que cruzó el medio campo, marcó ¡y de blanco! La Copa de Europa tiene estas cosas galácticas con el Barça de por medio: llega un equipo con Batistuta y marca Panucci. Un gol para un empate que certifica lo que el Roma quería: tomar ventaja en el duelo directo con el Barça. Si le gana la semana que viene en su Olímpico, a los azulgrana se les aflojarán los euroesfínteres.

Rexach estuvo torero de salida y mantuvo su apuesta, que barruntábamos en nuestra crónica de vísperas. Mantuvo el once sin ‘4’ que ganó al Depor y rompió con Cruyff. Desde ayer se permite decir que Rexach trabajó con Cruyff, pero se prohíbe escribir que fue su discípulo. Cruyff no osaría asomarse en Europa con Luis Enrique, Motta y Cocu, y después meter a Rochemback. Antes se iría con su yerno Angoy al fútbol americano.

Eso sí: el Barça salió a dar la cara arriba en lo que pretendió ser un 4-3-3, pero el toro romano tuvo demasiado cuajo para Motta y Saviola. Aunque la clave estuvo en que tampoco aparecieron Kluivert y Rivaldo, y cuando esta pareja está de huelga o detenida, como ayer por el agente Samuel y su tropa, el Barça chirría. Echó en falta la pausa de Xavi, que cuando salió agarró la bola y el rival no la vio. Fue la mejor enseñanza pensando en la vuelta.

Pero el rival en cuestión no fue el esperado. El Roma salió a ganar. Lo había anticipado Capello, pero no le creyó ni su señora esposa, ésa que dicen busca casa en Las Ramblas. Conoce bien Fabio al Barça y lo incomodó, no le dejó pensar, le presionó hasta a los del banquillo.

El Roma fue un futbolista, Totti, nueve que corren y un portero. Dio un curso para fondistas, pero para ganar en el Camp Nou le faltó un ariete. Incomprensible la suplencia de Montella y Delvecchio, pues Batistuta camina hacia su final. No ganó una pelota a nadie. Ni por arriba ni por abajo. Se limitó a molestar al peor sacador del Barça, Christanval. Bati-gol no viajó, sólo su sombra.

El Barça quiso pero no pudo. Como ante el Galatasaray. El Barça sigue sin ser un equipo. Si lo fuera, en este grupo en el que nadie gana ya estaría clasificado.