El delantero del Real Madrid Raúl ha vaticinado una magnífica final de Copa del Rey el próximo 6 de marzo, ya que en su opinión "el Real Madrid y el Deportivo son los dos equipos más fuertes a nivel nacional y de los mejores de Europa".

El jugador no ha dudado en elogiar al conjunto gallego, "que está ahí por méritos propios y será un rival muy peligroso", aunque cree que el choque de Copa será "distinto" al que ambos conjuntos jugaron el Bernabéu en Liga (3-1) porque "habrá más tensión" y son dos conjuntos a los que no les gusta "especular" con el resultado.

Raúl, que nunca ha jugado una final de Copa, reconoce que le hace "mucha ilusión" jugarla. "Lo más lejos que he llegado ha sido a una semifinal y muchos de nosotros nunca la hemos ganado. Es un partido muy bonito y muy especial, con un gran ambiente", ha destacado el jugador, que vivió 'in situ' la última final que se disputó en el Bernabéu, cuando ganó el Depor, "aunque sólo los 11 minutos del segundo día".

Para el delantero blanco será especial jugar la final es su estadio, porque se estará "más a gusto en campo propio y en los vestuarios", aunque no cree que vaya a influir demasiado porque "habrá algo anormal, ya que la mitad del campo será del otro equipo, además de que al Deportivo también le traerá buenos recuerdos".

"A jugadores como Aranzubia hay que cuidarlos". Por otra parte, y en referencia al partido de ayer, el jugador ha lamentado las críticas que ha recibido el meta del Athletic Aranzubía por sus errores en el partidos de ayer, dejando claro que, "a jugadores como él, que ha sido campeón Sub-20, hay que cuidarlos". "Me parece muy triste oír esas críticas contra un gran portero que está teniendo una progresión formidable. Hace una semana era el héroe y ayer fue de los mejores y salvó a su equipo de una goleada".

A pesar de que en el Madrid la exigencia siempre es máxima, el jugador no cree que el hecho de que este año no se consigan los tres títulos vaya a significar que se haya hecho una mala temporada: "Habrá opiniones para todo, pero en 100 años no se ha conseguido. Nosotros vamos a poner toda la ilusión, pero cualquier día puede llegar un partido malo. Todo eso habrá que valorarlo al final porque hay que ser realista y habrá dificultades".

De todas formas, y después del triunfo de ayer, el jugador ha dejado claro que ahora hay ya que empezar a pensar en el Espanyol: "Ayer disfrutamos y ya tenemos la mente puesta en el próximo partido, en el que tenemos que conseguir tres puntos vitales para seguir dependiendo de nosotros mismos y poder aumentar las distancias".

El delantero ha reconocido que el club catalán no pasa un buen momento y que está "sufriendo mucho" esta temporada, pero advierte que para ellos la visita del Madrid "será muy positiva y la afrontarán con mucha moral y comfianza de dar la vuelta a su situación". Por eso, aunque en Montjuïc "habrá más madridistas de lo normal", por aquello de que le llaman el mini-Bernabéu, asegura que "el Espanyol tiene una gran masa social que animará a su equipo" en un partido que será "muy complicado" para los blancos.

El delantero reconoce que el equipo blanco "no está al mismo ritmo que hace un mes", pero ha elogiado que los suyos están "sabiendo sufrir". "Ya vendrán momentos más dulces de juego".

Raúl, que ha sufrido una sobrecarga en la última semana, asegura que está al cien por cien, y desea que el alto ritmo de partidos no afecte al equipo el domingo. "Puede afectar y quizá se note en la segunda parte. Por eso, tenemos que tratar de llevar el ritmo e imponernos desde el principio". También confía en que las ausencias de Zidane y Makelele no influyan en el juego del equipo. "Preferiríamos que estuvieran, pero seguro que salen otros compañeros más frescos y con muchas ganas y esperemos que no se note".