El árbitro sobraba

Primera | Real Madrid 1-Betis 1

El árbitro sobraba

El árbitro sobraba

Madrid y Betis lo bordaron, Pino Zamorano pitó un penalti por falta fuera del área de Makelele y anuló a Solari un gol legal. El empate, justo.

Ocurre demasiado a menudo y ya es para preocuparse. La Liga española no puede ensuciarse con tanto árbitro incapaz, torpe, despistado y en definitiva desbordado por un fútbol muy por encima de su preparación física y técnica. Pino Zamorano hizo ayer el ridículo en el Bernabéu y quien manda sobre él hace el ridículo en los despachos. El trencilla se equivocó en todo lo esencial: penalti de Makelele, gol anulado a Solari y reparto de amonestaciones. Los jugadores le torearon como quisieron, de forma especial Prats en los minutos de descuento. Por suerte para este fútbol español que levanta pasiones, Real Madrid y Betis se empeñaron en dar un espectáculo fabuloso, con un empate final vibrante y probablemente justo.

El Once de la Fama se encontró con un enemigo muy entero, de exquisito trato al balón y valiente hasta el final. Prats y Casillas, con actuaciones sensacionales y hasta parando un penalti en el caso de Iker, certificaron que ayer se vivió en el Bernabéu uno de los mejores partidos del campeonato.

Juande hizo durante la semana maniobras falsas para engañar a todo el mundo. Dejo entrever la utilización de Merino como secante de Zidane para después sorprender alineando a Gudjonsson e Ito en el doble pivote. Un detalle de trascendencia menor, pues en realidad a Zizou le debió importar bien poco el nombre de su par. El francés montó su propia estrategia buscando proyecciones a partir de una posición caída por la banda izquierda. Iniciativa que provocó una producción de cosecha excelente en aquella banda, considerando las lindezas que aportó Roberto Carlos, tanto técnicas como de potencia durante todo el partido.

Al poste. Pero el Betis no se achicó a pesar de los diez primeros minutos repletos de andanadas madridistas. Los verdiblancos estaban muy bien apuntalados con los centrales Juanito y Rivas, a la vez que Benjamin y Denilson asomaban la cabeza con ganas de balón y de hacer daño. El pulso se fue igualando sin estar en el guión, llegando el Betis a su cimat en una arrancada de Amato burlando la vigilancia de Karanka y Pavón. El delantero corrió como un gamo hasta plantarse ante Casillas y su chut afinado se estrelló contra la base del poste.

El aviso encogió el espíritu ofensivo del Madrid. Los béticos tenían armas secretas, como la aparición esporádica de Joaquín desde la derecha. Un jugador de impresionante calidad en el uno contra uno, soltura y atrevimiento. Los blancos pasaron una crisis de veinte minutos, salpicada por el posible penalti de Benjamín a Helguera en un enganche tontuno de piernas. El Madrid necesitaba un empujón y quiso dárselo Figo con muchas ganas y poca suerte. El portugués se peleó con todo lo que vestía rayas verdes y encaró sin temores, pero le falta chispa. Le falta punch y, además, Luis Fernández le marcó de cerca. A su favor, los dos zapatazos que abrieron los ojos a sus compañeros, convirtiendo a Prats en el primer héroe de la noche.

En este toma y daca de fuerzas, el Madrid hizo una de esas jugadas de tiralíneas que embellecen el fútbol, con Zidane como referente. Helguera entró hasta la cocina para abrir el marcador con una pizca de suerte en el disparo. Fue el gol la campanada para el descanso.

Y esperaba una segunda mitad cargada espectáculo y, por desgracia, de calamidades arbitrales. El Madrid reapareció subido de tono, más cuajado y preciosista . Makelele creció como un gigante en esa tarea del robo en la que Helguera anda despistado últimamente, arrancando ovaciones del graderío. Pero el Betis supo aguantar y esperar, emboscado en una disciplina táctica excelente y sobando la pelota cuando era suya. En estas, saltó como un felino Joaquín para irse de todos los defensas en diagonal hasta plantarse ante Casillas. Makelele le zancadilleó fuera del área y Pino Zamorano se inventó penalti. Amato quiso reventar el balón, pero Iker lo adivinó.

La incidencia tuvo continuación solo seis minutos después. Solari, que entró con mucha fe y buen juego por Helguera, remató de cabeza a la red aún siendo agarrado por Calado. El árbitro vuelve a verlo al revés. Anula el tanto de forma increible. El Madrid quizás estaba pagando con efecto retardado por una campaña injusta nacida en los despachos del Valencia. Pino Zamorano, nadie puede dudarlo, no es del Madrid.

El Betis encontró caldo de cultivo con estos parabienes y se fue arriba confiado en redondear la faena. Con una elogiable compostura ofensiva apretó la tuercas y fue dueño del tirón final, encontrando en un remate de Juanito la recompensa.

El Madrid tiene dos salidas

Al Madrid le llegan ahora dos partidos de Liga fuera. El próximo domingo se enfrentará al Espanyol, en Montjüic. Y el siguiente miércoles tendrá que visitar Pucela, donde le espera el Valladolid. Pero antes, el jueves, el Athletic en Copa.