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MASTERS 1000 DE MONTREAL

Nadal, ante la gran prueba: Novak Djokovic y el cemento

Esta madrugada (02:00, Teledeporte), se mide al serbio tras ganar a Matosevic (6-2 y 6-4). Es el 36º clásico entre los dos y Djokovic domina en cemento 11-5.

Actualizado a
Nadal y Djokovic vuelven a enfrentarse en una final.

El clásico número 36 llega de madrugada. Rafa Nadal y Novak Djokovic disputarán a las 02:00 (Teledeporte y Canal+Deportes2) la semifinal que debería ser final del Masters 1.000 de Montreal, porque por el otro lado se medirán los locales Milos Raonic y Vasek Pospisil (21:00).

Nadal ejerció de rodillo, en 79 minutos, ante el australiano de origen bosnio Marinko Matosevic para derrotarle con un solvente juego de fondo por 6-2 y 6-4. Sin resquicios para la duda. Como tampoco las tuvo el serbio ante Richard Gasquet, al que pasó por encima por un contundente 6-1 y 6-2.

A Nadal, que no jugaba desde su temprana eliminación en Wimbledon, le llega la gran prueba para medir realmente su forma y el de su rodilla izquierda, que luce sin vendaje. Porque si alguien le puede exigir sobre cemento, donde este año sólo ha jugado (y ganado) el torneo de Indian Wells, es Novak Djokovic, el jugador con más recursos sobre esa superficie.

Si el número cuatro, que saldrá de Canadá situado en el tres pasando a David Ferrer, domina en el cara a cara por 20-15, sobre la exigente superficie dura, la que tanto castiga sus articulaciones, el balance favorece al de Belgrado por 11-5.

La última vez que se midieron en una pista parecida fue en la extenuante, épica e histórica final del Abierto de Australia en 2012, que cayó del lado del serbio tras cinco sets y cinco horas y 53 minutos. La final más larga en la historia de un Grand Slam. Entre los dos también tienen el récord del partido a tres sets más largo de la Era Open: 4h:2 en el Madrid Open en semifinales. Un duelo de estajanovistas.

“Jugué bien”, evaluó Nadal tras liquidar a Matosevic, y no quiso mirar más allá: “Estoy feliz. Para iniciar la temporada de pista dura, unas semifinales es un gran comienzo”. Ahí le espera el serbio del colmillo afilado que defiende título y 1.000 puntos valiosos para seguir sosteniendo su número uno ante un Nadal que no defiende nada hasta final de año. La batalla promete dureza.