Llorente tiene planta, clase y pedigrí

Compareció el Atlético y ganó. Eso sí: en su ley. Una falta al área, un remate de Godín, un gol, una victoria. Ya ha empezado el partido a partido, con Simeone repuesto tras las vacaciones del berrinche de Milán. Me gustó la explicación de su desfallecimiento: aquello fue una muerte y toda muerte exige un duelo. Pero ya pasó y Simeone tiene otra vez las pilas puestas, lo mismo que Tiago, cuya tibia ya está sana y fue el mejor del partido. Tiago le da al Atlético fuerza y mando. El equipo mejora con él. Y ahora mejorará más con Gameiro, que al final ha sido el fichaje vista la imposibilidad del regreso de Diego Costa.

Diego Costa sigue en el Chelsea, así que hoy le veremos ante el Madrid, que después del cante que pegó el otro día debería salir a hacérselo perdonar. Me gustaría ver de salida a algunos de los de la segunda mitad, en particular a Asensio y Llorente, que se lo ganaron. Llorente es el único medio centro por ahora junto a Casemiro, el único para cubrir sus ausencias y crearle competencia. Una vez que voló Kanté, no sería cosa mala apurar las posibilidades de Llorente como fijo en la plantilla. Tiene planta, clase y pedigrí. Ya saben, hijo de Paco Llorente, nieto de Grosso y sobrino-nieto de Gento.

Así que me gustaría verle en compromisos como el de hoy, para comprobar si se puede hacer con los hilos del equipo. No tengo nada contra Casemiro, al revés, me gusta bastante, pero tener un solo jugador para un puesto no es bueno, por si hay lesión o acomodamiento. Para estas cosas debe servir la pretemporada. El partido del Madrid, por cierto, vendrá precedido del Barça-Celtic, con Messi en su nueva versión de cabeza de platino. Buen programa doble, como en los cines de antaño. Y entre tanto, el culebrón Pogba sigue sin aclararse, con Raiola y su comisión como clave del misterio.