La primavera belga

Los belgas son tipos tan correctos y simpáticos que todos sus vecinos de frontera hacen chistes a su costa. Tras jugar contra Italia, saldrán más. El límite entre ser afable y ser primaveras es una diferencia que los belgas no acaban de entender y un partido oficial contra Italia no es el mejor momento para demostrarle al mundo que eres de ese tipo de gente que nunca tira una colilla al suelo, recicla la basura y devuelve dinero al camarero cuando se ha equivocado al darte el cambio.

Bélgica salió al campo con la prensa especializada anhelando ver su exhibición de juego, con una plantilla de jugadores súper cotizada en el mercado y que todos los niños se piden en la Play y con una afición educadísima que aplaude el himno rival de cabo a rabo. Los italianos, vieron ese desfile de modelos de conducta, se miraron socarrones, se guiñaron un ojo y supieron desde el minuto uno que ese partido no se les iba a escapar. Equipos como el belga, se comen tres Barzagli, Chiellini y Bonucci para desayunar. Ellos sobreviven en el invierno y Bélgica muere en primavera.