Quinto partido sin gol del nuevo Madrid

En una Liga que empieza muy corta de goles, el Madrid se sumó a la mayoría y arrancó con un empate a cero que deja a Benítez un poco a contrapié. Es el quinto partido de nueve en el que el Madrid se queda sin marcar con Benítez. Algo pasa, y ese algo lo debe admitir Benítez. A bote pronto, se constata que los laterales suben menos (salvo en la desesperación final), que Danilo no mejora a Carvajal, por decirlo educadamente, y que la libertad de movimientos de Bale resta posibilidades al ataque y al propio Bale. Resolviendo esas cosas, el Madrid puede volver a marcar goles. Son los mismos.

Pero con lo de El Molinón no llegó ante un Sporting que dio muy buena imagen en su retorno a Primera. Le jugó casi de igual a igual al Madrid el primer tiempo, en el que disfrutamos un fútbol vigoroso y emocionante. Luego se cansó y se protegió. El Madrid se fue deslizando progresivamente hacia arriba, hasta convertirse en un alud, pero el Sporting mantuvo el tipo y no dio ninguna facilidad que pudiera aprovechar el rival. Los de Benítez atacaron intensamente, con el viejo orgullo de la casa y la calidad de sus hombres, pero faltó orden en las llegadas, se produjeron atascos y el marcador se quedó a cero.

La mejor ocasión del Madrid fue un penalti a Cristiano no pitado, a la vuelta de un gol fantasma del Sporting. El árbitro se tragó el pito. Fuera de eso, Cristiano le sacó un paradón a Cuéllar imponente. Pero de tanta insistencia salieron pocos remates realmente peligrosos. Como el Barça ganó, bien es verdad que pasando un mal rato en San Mamés, con penalti fallado por Messi y varias bajas, Benítez empieza dos puntos por detrás. Y también del Atlético. Esto es largo, pero conviene no regalar nada. Ni abrumar a los jugadores con instrucciones ni conceder regalías a costa del buen funcionamiento general.