Todo lo que rompió el gol de Van Persie

Visitamos a Holanda, buen lugar para espantar el fantasma. No hemos jugado muchas veces contra esta Selección, pero sí muy significadas. Ante ella ganamos la medalla de plata en los JJ OO de Amberes, aldabonazo del fútbol en nuestro país. Ante ella debutó Di Stéfano como internacional español, nacionalizado a los tres años entre nosotros, con un gran 5-1, en homenaje a los exiliados húngaros que acogía nuestro fútbol y servían de propaganda anticomunista. Ante Holanda, también, encajamos el gol más raro de nuestra historia, el que se marcó Reina a sí mismo. Y ante Holanda, claro, ganamos nuestro único Mundial.

Aquellos de 1957 y 1973 fueron hitos anecdóticos. El de 1920 no, porque aquella plata hizo que el fútbol estallara en España como una bomba racimo, dio lugar a un crecimiento de expectación (estadios para miles de espectadores, páginas en prensa, radio) que no se ha detenido. Empujó una nube de nieve que aún crece y que alcanzó su apoteosis en Sudáfrica. Frente a eso, el último Mundial, que literalmente nos cortó el rollo. No frenó nuestro entusiasmo por el fútbol, que ya es imparable, sino por La Roja, que entregó en Brasil la corona y el prestigio de forma dolorosa e inesperada. Todo lo rompió el gol de Van Persie.

Un bello gol, desde luego, para quien lo contemplara con ojos neutrales. De ser en la final o cerca, hubiera competido con el de James por ser el mejor del Mundial. Su efecto entre nosotros fue demoledor y dio paso a una segunda parte que mejor olvidar. Ahora que vamos allí pienso que no puede haber mejor lugar para espantar los fantasmas que desde entonces asaltan a la Selección y que no consigue vencer. Por eso hoy hago votos porque La Roja se rebele contra aquello y haga un gran partido. Que no lo tome como un compromiso de engorro o una ocasión para dar aire a muchos suplentes, como me temo que piensa.