Simeone afronta una prueba dura

Día crucial para el ‘cholismo’, que anda en horas bajas. El empate ante el Valencia hizo daño, porque pone en cuestión la tercera plaza y se suma a una racha de resultados que se van pareciendo cada vez menos a los del curso pasado. En los últimos catorce partidos, cinco derrotas, cuatro empates y cinco victorias. En los últimos seis, sólo una victoria. En esas condiciones afronta al Bayer Leverkusen con la obligación de levantar un 1-0. Un resultado que hasta que los goles fuera valieron más se daba por bastante bueno en las salidas, pero ya no. La estadística da en torno a un 35% de remontadas de un 1-0. 

No es el mismo Atleti, no. Difícilmente lo podía ser, sin Courtois, Filipe Luis ni Diego Costa, tres jugadores que hicieron tanto. Pero también está costando lo demás, la obsesión incesante por la lucha, por el balón dividido, por la carrera, por la colocación justa. El ‘modelo Cholo’ tiene algo de zen en esa formulación de ‘partido a partido’, pero en su esencia consiste en una lucha indesmayable, agotadora en lo físico y en lo psíquico. Aún se ven partidos así, pero ya no lo son todos. A veces hay grietas, hay distracciones. A los jugadores empieza a parecerles que no todos los partidos son el último.

La suerte es que el de hoy sí lo tendrán los jugadores por crucial, porque lo es. El ambiente será soberbio y lo del Madrid, aquel aplanamiento continuo hasta el 4-0, está muy cerca. Griezmann anda fenómeno, Mandzukic está enrabietado, queda la baza de Torres por si hace falta más en ataque. Koke y Arda la mueven bien. La lucha del resto está garantizada. El Bayer lleva cinco partidos sin encajar un gol, así que ya va siendo hora. Lo malo es que hacen falta tres para estar tranquilos. Con el 1-0 en la ida, vas 2-0 a diez minutos del final y te tiemblan las piernas. Lo dicho: día crucial para el ‘cholismo’.