Benzema, Isco, Ancelotti y la táctica

Tarde grata en el Bernabéu, a pesar del frío. El partido empezó loco, con dos goles-relámpago, uno en cada portería, y enseguida una ocasión clarísima de la Real que se le fue a Canales por centímetros. Pero a partir de ahí, el Madrid recogió los papeles. Organizó su juego y se apoderó del partido. A la Real, además, se le lesionó Carlos Vela, que le ofrecía la perspectiva del contraataque. Sin él, el partido se le hizo cuesta arriba y largo. El Madrid disfrutó, jugaron bien todos (salvo Casillas, que no tuvo que intervenir ni pudo hacer nada en el gol) y volvió a plantear la duda de si con el 4-4-2 no juega mejor que con el 4-3-3.

Una duda que a Ancelotti no le gusta que le planteen, así que él dice que no distingue. La cuestión, ya saben, es que si juega la BBC al completo el equipo se queda más corto de medios y construye y repliega peor. Cuando faltó Bale varios partidos al principio de esta temporada, se notó eso. Ayer volvió a notarse, en ausencia de Cristiano. Pero, ¿cómo prescindir de uno de los tres de la BBC? Eso Ancelotti ni se lo imagina. Pero resulta una verdad tozuda que con cuatro en la media (y los cuatro con ‘buen pie’, como son todos los que tiene el Madrid) el equipo construye mejor, se arma mejor, llega más, es más seguro.

En todo caso, fue una tarde de disfrute para los madridistas, el primer gran partido de este año 2015 que empezó mal. Jugaron bien todos, decía, pero unos mejor todavía, sobre todo Isco y Benzema, quizá especialmente este, lúcido, atento y exquisito. Su segundo gol es la foto del partido, una rosca perfecta a la escuadra contraria. Bale volvió a tener reproches por atropellar a James en  una jugada en la que le quitó un gol claro, pero en la segunda mitad se esmeró en dar pases con aroma de red. Illarramendi empezó entre murmullos pero acabó bien. Tarde feliz, en fin, más allá de debates tácticos.