El Barça deja en buen lugar al Madrid

Viendo anoche al Barça pensé que con frecuencia somos demasiado severos con el Madrid, yo incluido. Anteanoche goleó al Basilea y a muchos nos dejó un poco fríos. Parece que su goleada no tuvo mérito, por el rival. Ante el APOEL, el Barça se quedó en un solo gol, a balón parado, y aunque no hubiera sido justo, pudo pagar su partido con un empate. Ya en el descuento, Ter Stegen, que entró ayer, como Oblak anteayer, en lo que podríamos desde ya bautizar como ‘rotación Casillas’ (Ancelotti marca tendencias) hizo una gran parada. Y no fue el único ataque peligroso de los visitantes.

Demasiados experimentos, me dijo un buen conocedor del Barça, descontento con la alteración del equipo que había hecho Luis Enrique para esta ocasión. Champions es Champions. Aquí hay pocos bombones. El Shakhtar, desde luego, no lo fue en San Mamés. Compareció con la cortesía de las flores a Pichichi, bonito ritual, pero de ahí en adelante fue a lo suyo, hasta hacer de Gorka Iraizoz el mejor de su equipo. Gorka, por cierto, está en una madurez muy interesante. El Athletic peleó, se agrupó, salió, pero había mucho toro. Va a costar clasificarse en este grupo, en el que el Oporto ganó ayer 6-0.

Hay una propiedad en esta Champions: en ella encontramos más jugadores españoles que de cualquier otra nacionalidad, 82. Se debe en parte, claro, a que tenemos cuatro equipos; en parte quizá mayor, a que uno de ellos es precisamente el Athletic, con toda la plantilla, menos Laporte, nacida en España. Y por último, a ese salpicado de jugadores nacionales que hay en tantos grandes equipos europeos, particularmente ingleses. La Roja prestigió el producto nacional y la Champions, de la que puede decirse que es, como Las Ventas, ‘la que da y la que quita’, lo avala. Aunque los partidos de ayer no fueran para tanto...