Del Bosque y su revolución a medias

Revolución a medias, eso es lo que sugiere la primera lista de Del Bosque tras el Mundial. De los veintitrés que fueron a Brasil quedan quince, sólo se caen ocho. Algunos por decisión propia, casos de Xavi y Villa, que solicitaron su baja voluntaria en coincidencia con el fracaso. Xabi Alonso también ha solicitado la baja, aunque algo más tarde, lo que da a ver que lo suyo es mitad y mitad. Faltan dos clásicos más, Piqué, sobre el que Del Bosque explicó que aún no está del todo bien de la cadera, y el Niño Torres, que empezó la temporada de suplente en el Chelsea, aunque ahora se va al Milán. Se mantiene Diego Costa.

Esta era una lista difícil y será discutida. La tradición exige que después de un batacazo así haya expiación general y no lo ha sido tanto. Lo que para empezar discute mucha gente, y me lo han hecho sentir mucho durante el verano, es que siga Del Bosque. El Mundial le atropelló en la duda de renovar o no el equipo y hasta qué punto renovarlo. Mi idea es que lo que él no hizo a tiempo ya lo ha hecho el tiempo por él. Xavi, el secreto de la fórmula, ha sacado la bandera blanca. A partir de eso hay que hacer otra cosa, lo mismo en el Barça que en La Roja. Eso es lo que tiene por delante Del Bosque.

Y no va a ser fácil porque, se quiera o no, algo se ha roto. Clasificarse para la Eurocopa (el grupo es fácil y vale con ser segundo) se da por hecho. Pero esto empieza con un amistoso en París, prueba seria, con una inquietud general y con un panorama que no sé si nos planteamos con sinceridad: los que se han ido o están a punto de irse eran exageradamente buenos. Hablo de los Puyol, Piqué, Xavi, Xabi, Villa, Torres y hasta no sé si Casillas, que me parece que está con la condicional, lo mismo en el Madrid que en la Selección. Me temo que, con o sin Del Bosque, toca bajar un escalón. Ojalá me equivoque.