El mundo se cansa de Messi

El mundo se cansa de Messi

Si juntamos las razones que se están dando para explicar las lesiones de Messi, mejor no salir de casa porque se nos va a romper el bíceps femoral a nosotros también. Resulta que no se puede ir de vacaciones: sus viajes, por ejemplo, a Chicago, Las Vegas, Los Ángeles no son analizados como una manera de relajar la tensión competitiva, sino como un cansancio innecesario. ¿Me están diciendo que el resto de futbolistas pasó el verano en casa? Jugó un par de amistosos y no todos los partidos completos. ¿No sería peor dar patadas a un balón con los amigos en un potrero de campo desigual y sin hora de finalización? Y si los viajes lesionan, ¿cómo es que no están todos los jugadores con el mismo problema muscular todas las semanas de la temporada?

Se escribe la historia empezando por el final, cuando en realidad no hay una confirmación científica que demuestre la procedencia de las lesiones musculares. Seguramente ninguna de ellas es por casualidad y se dice que los cambios personales pueden descentrar. Pero, si tener un hijo causa lesiones, ¿por qué no caen Piqué o Cesc? Además, habría que saber con certidumbre si se pueden poner en el mismo saco todas las lesiones en el mismo músculo, porque no es lo mismo si es en la parte superior (como la que le ocurrió ante el Chelsea) o la inferior (esta última). Se añaden a la lista lesiones que ni siquiera fueron microrroturas y otras que no pasaron de ser molestias (cuando la pared del músculo sufre daño, pero no el propio músculo). En realidad, al producirse en un sitio diferente a la del PSG, se podría estar hablando no de una repetición de la lesión del bíceps femoral sino de la consecuencia de un golpe en pleno sprint, es decir, cuando el músculo está en tensión y por tanto en mayor peligro: Messi recibe un rodillazo que obliga a su pie a caer de manera forzada. ¿Qué tiene eso que ver con su alimentación?

Seguramente, puestos a buscar culpables, o al menos las razones que puedan impedir una repetición, habría que revisarlo todo. Hace cinco años y medio se hizo con éxito, y el paso del tiempo cambia las obligaciones y necesidades del cuerpo de un atleta. Posiblemente la conclusión será que hay que volver a individualizar la preparación, porque por ahí va la evolución del fútbol. En ese contexto, la desaparición de Juanjo Brau se ha explicado también como otro motivo de sus problemas musculares.

En realidad, se decidió que no viajara a Argentina porque era un amistoso y quizá a veces no es mala idea cambiar de rutina, de caras. En todo caso, la preparación de Messi era una mezcla de lo que ofrecía el leal Brau, pero también el preparador físico y el recuperador argentinos. Da la sensación de que el mundo se está cansando de Messi, que todo vale con tal de desmitificar el mito. Y, sin embargo, hagan este ejercicio: imaginen un fin de semana donde no podamos ver a Leo más porque ha dejado de vestirse de corto.

Guillem Balagué publica el 5 de diciembre Messi, un libro sobre la vida y carrera del astro argentino.

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