Curiosa globalización. El martes pasado, durante la presentación del acuerdo entre Qatar Airways y el Barcelona un periodista le preguntó al presidente del club sobre las noticias que en Brasil le vinculan a una trama de comisiones relacionada a la CBF que atañe a la organización de amistosos que, presuntamente, urdió Ricardo Teixeira (flamante ciudadano andorrano). Rosell se enfadó y defendió su inocencia, pero la mayoría de consumidores de medios de comunicación en Barcelona no tenían ni idea de qué les estaban hablando. En cambio, en Brasil, la cuestión era (y es) objeto de seguimiento. Curiosa globalización esta que nos lleva a que un tema relacionado con el presidente del Barça se pase por alto en su ciudad y sea noticia en Brasil. Hace semanas que las sospechas circulaban vía Twitter, que por una vez fue antesala de la noticia.
Lectores perdidos. Es curioso ver cómo los medios desmentimos a veces noticias que jamás hemos publicado. El presunto caso de Rosell con Teixeira es un ejemplo. Hasta hace poco, esta causa era una polémica ceñida a Twitter y a los que leían prensa brasileña por internet. Por tanto, cuando los medios dan bola al desmentido a una noticia que jamás publicaron, ¿dónde queda el lector? Perdidos, supongo.
Bien por la red. No obstante, ahora la información es un buffet libre que se sirve en módem. Y por muy controlado que tengas a los diarios de cabecera, cualquier ciudadano con un ordenador podrá acceder a periódicos que ni sabía que existían hace un año y difundir las noticias que jamás imaginó leer sobre lo que pasa al lado de su casa. Con un periodista emboscado en cada esquina es muy difícil esconder la basura.
A cara descubierta. El debate que se abre ante situaciones como esta es fascinante. Porque no se puede obviar que en Twitter y en internet se permite la impunidad, el anonimato y que la ofensa puede salir gratis. No parece que sea este un caso de difamación. Aquí todos firman con su nombre.
Ramos se salva. Y eso que hoy era el día para hacer coña con Ramos y su felicitación en diferido a las chicas del waterpolo. La reacción de las campeonas fue tan graciosa como la gambada del futbolista que es, sin duda, el mejor tuitero del fútbol.
