Diego López y la nitidez del escenario

Diego López y la nitidez del escenario

La portería del Madrid es un escenario que no engaña. Desnuda a barítonos que destemplan, a tenores que desentonan, a sopranos que desafinan. Por eso los más grandes triunfan y los más débiles se marchan. La baja del mejor cantante que jamás tuvo esta particular ópera blanca, Iker Casillas, ha situado en el centro del proscenio a Diego López. En Vigo dejó otro buen puñado de intervenciones, igual que en Old Trafford, aunque también se le escaparon dos balones que pudieron suponer el empate. Y es que no hay que confundir sus buenas cualidades con las de figuras como Casillas. Eso hizo Ferguson, quizá embaucado por Mourinho. Algo injusto. Injusto y ventajista.

Ekiza es ya clave como era su ídolo Alkorta

El Athletic sacó los puntos como acostumbra a hacer cuando está el central Ekiza sobre el campo. Su lesión de tobillo coincidió con el desmoronamiento de los de Bielsa, pero el regreso la semana pasada en Pamplona y la titularidad ante el Valencia se han traducido en seis puntos fundamentales. Ekiza le da a la zaga bilbaína la serenidad que sin él echa de menos. Se formó en el Chantrea, club de Pamplona convenido con el Athletic, pero desde los 14 años creció en Lezama con Alkorta como gran referente. De él aprendió la mayoría de movimientos con los que convertirse en un gran central. Y algo más, seguramente. Por eso ya es una pieza clave del Athletic. Casi nada.

El 'niño de la guerra' que conocía Djukic

Djukic hizo debutar ante el Málaga a Valdet Rama y con él llega a la Liga otro niño de la guerra. Como Modric. El extremo del Valladolid nació en Mitrovica, en la zona kosovar de la antigua Yugoslavia, pero con nueve años, en 1996, tuvo que emigrar a Alemania en pleno conflicto de los Balcanes. En el fútbol base germano, lejos de la guerra, se formó como persona y como jugador, primero en clubes modestos y después en el Wolfsburgo. La nacionalidad alemana le abrió las puertas y alcanzó la Bundesliga con el Hannover. Allí le descubrió Djukic. Su paso posterior por la liga sueca no hizo que se olvidara de él. Y ya está aquí. El kosovar de Pucela. El niño de la guerra.

La leyenda silenciosa y sincera de los 'one club man'

Xabi Prieto honra a San Sebastían y a la Real Sociedad con la fidelidad incomparable de los One Club Man. El donostiarra volvió a marcar en Madrid —ya hizo tres en el Bernabéu— y disparó en la clasificación a un conjunto txuri-urdin con claro aroma a Europa. No es fácil encontrar jugadores como él, con posibilidades de haber podido afrontar una carrera en algún club de mayor enjundia, incluso de haber llegado a la Selección, pero que por amor a unos colores y a una ciudad se quedaron para siempre en el punto de partida. Xabi vivió el desmantelamiento de la Real subcampeona, la amargura del descenso, el entusiasmo del posterior regreso a Primera, y ahora disfruta de la máxima élite del fútbol español. Y todo ello sin dejar de ser realista ni donostiarra. Su sueño.

Alves y el camino previo al fútbol

Ganarse la vida con el fútbol en Brasil no debe ser fácil. Tal es la cantidad de chicos que lo intentan y la competitividad que existe que cualquier alternativa es buena. La de Dani Alves en su infancia fue la interpretación. Es más, el lateral derecho culé —que ante el Depor por fin volvió a demostrar su mejor nivel— participó a los 14 años como extra en una película bélica llamada La Guerra de los Canudos. Trataba sobre la peor confrontación que ha vivido Brasil en su historia e interpretaba el papel de un soldado que acababa siendo abatido. Entonces le pagaban por ello cinco reales al día y, sobre todo, podía salir de la rutina en la que consistía trabajar en el campo junto a sus padres. Por fortuna para él, sus buenas dotes en el Bahía le permitieron tomar un rumbo exitoso en el mundo del fútbol. En las últimas semanas, sobre todo en los clásicos ante el Madrid, habíamos tenido pocas noticias del Alves alegre y decisivo sobre el que se apoya el Barça. Pero ante el Depor volvió. Y su equipo lo agradeció. Le necesitaba.

Alfaro: el respeto de marcar ante los ex

El fútbol es tan vertiginoso que lo normal es que un jugador se mida con asiduidad a su exequipo, a sus exequipos. No celebrar los goles ante ellos se ha convertido en una muestra de respeto hacia aquellos que un día le profesaron su apoyo. El problema es que con esta conducta se deja de lado a los que en la actualidad le profesan ese mismo apoyo. Los que hoy pagan al futbolista y le permiten brillar. Hay quien lo entiende así. El exsevillista Alejandro Alfaro, por lo menos, sí. Sus dos goles resultaron fundamentales para un Mallorca en descenso, independientemente de que fueran ante el Sevilla, el equipo de su vida. Merecía celebrarlos. Y nadie debería extrañarse por ello.

Un arqueólogo para este Betis de museo

El Betis juega bien y, por lo general, gana. Ese indudable mérito es achacable a su técnico, Pepe Mel, que además del fútbol tiene la historia y la arqueología como aficiones. Es más, la carrera de futbolista y posterior de entrenador le dejaron sin poder ser arqueólogo, su profesión frustrada. Al menos ha escrito novelas con esa temática como punto de partida, lo que demuestra también que un buen entrenador no es sólo aquel que consume partidos o vídeos de forma compulsiva. Escribir, leer, aprender. Cosas tan sencillas como esas sirven para ofrecer un mejor rendimiento luego en el banquillo. Y el del arqueólogo del Betis es inmejorable. No hay duda. Es Mel.

Escudero aviva la luz perdida en Alemanía

Pieza por pieza. El Getafe ha encontrado en Sergio Escudero el lateral izquierdo perfecto con el que cubrir un puesto huérfano tras la lesión de Mané. El movimiento está funcionando, entre otras cosas por las ganas de triunfar que el vallisoletano ha traído consigo de su paso por el Schalke. Los alemanes le ficharon del Murcia siendo sólo una promesa, pero en Gelsenkirchen su luz se fue apagando, primero nítida aunque intermitente, después ya opaca. Por eso la llamada del Getafe fue un alivio para él. Una salida, en forma de cesión, que nos devuelve la alegría de su fútbol. Ese que le condujo a la Bundesliga. Ese que brilla ahora cerca de casa, en Getafe.

Demichelis: dedicatoria

Demichelis le dedicó el gol del Málaga en Zorrilla a su padre, recientemente fallecido en un accidente de tráfico en Argentina. A veces se idolatra tanto al futbolista que se olvida que es gente normal que sufre desgracias como éstas. La vida sigue.

Soldado y el gol imposible

Soldado falló a un metro de la portería y sin rival uno de los goles más claros y evidentes de la temporada. Sorprende cómo delanteros de su talla son capaces de marcar de cualquier forma y errar luego lo más fácil. Será exceso de confianza.

Diego Costa suma y sigue

Diego Costa le dejó los tacos a Agirretxe en una dura acción que debió costarle la tarjeta roja. El brasileño sigue confundiendo con demasiada frecuencia agresividad y violencia. Los árbitros le tienen tomada la matrícula y él continúa dándoles razones.

Tamudo calentó pero no jugó ante el Espanyol, el equipo del que aún hoy es una leyenda. Con 2-0 en el marcador, Paco bien pudo haberle dado el capricho.

Otro gol fantasma, en este caso del Levante, no fue concedido cuando parece que el balón entra. Acertar en jugadas así sigue siendo una lotería por parte del árbitro.

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