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24 hora de Nurburgring

Nordschleife vibra con el regreso del gran Michael Schumacher

Michael Schumacher pilotó un F-1 en una exhibición en el mítico 'Infierno Verde' antes de la cita de resistencia en la que Martín de Andrés arrancó quinto.

Actualizado a
Schumacher encabezó una caravana de magníficos coches de Mercedes.

No estaba en la parrilla oficial, pero fue ponerse el mono de piloto y aparecer por 'Territorio Mercedes AMG' para convertirse en el auténtico protagonista de la mañana. Michael Schumacher volvió a subirse al W02, el coche con el que corrió el Mundial 2011 de F-1, en una caravana de lujo protagonizada por la firma alemana en los prolegómenos de las 24 Horas de Nurburgring.

"Es una experiencia inolvidable tanto para mí como para los aficionados al motor, especialmente para los amigos de mi ciudad natal de Kerpen, que está cerquita de Nurburgring", comentó el Kaiser, cuya aparición por el box de Mercedes se vio acompañado de un silencio absoluto, casi reverencial de los fans. Sacaban fotos, pero ni un grito mientras Schumi analizaba el monoplaza, se metía de nuevo en su cockpit; junto a él, un trío de modelos que a muchos les hacía caer la baba: un A 45 AMG, pilotado por Bernd Maylander, un E 63 AMG S, por Karl Wendlinger, y un SLS AMG Black Series, por Nico Rosberg.

Una imagen de poderío con guiño especial a la historia: la última vez que un Fórmula 1 de Mercedes rugía por Nordschleife (el mítico trazado de casi 25 kilómetros) fue el 1 de agosto de 1954, con Fangio y su W196 como vencedores del GP de Alemania. Ellos fueron el aperitivo a una de las citas míticas de la resistencia, las 24 Horas de Nurburgring, que este año cuentan con Gonzalo Martín de Andrés como ingrediente español.

El madrileño, seleccionado por el Peugeot 208 GTi Racing Experience, salía quinto en parrilla. Era el segundo relevo tras el alemán Epp, conocedor de Nordschleife (conocido como el Infierno Verde) y por tanto primera baza del equipo. "Se presume una carrera muy complicada, nos han anunciado lluvia cada vez más fuerte a medida que avance la prueba. Eso es especialmente peligroso, el viernes ya tuvimos agua y algunos cambios de rasante, ya de por sí complicados, requiere atención máxima", confesaba Gonzalo a AS minutos antes de la carrera, en la que, al cierre de esta edición, ocupaba la cuarta plaza de su categoría, SP2 (turbo de no más de 1.600cc). El líder general era el Audi R8 que pilotaba Winkelhock.