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Toros | Arles

Fandiño corta dos orejas

Desencanto con el encierro de Fuente Ymbro. Mora y Dufau lo intentaron sin éxito.

MUNDOTORO
Actualizado a

No fue la corrida de Fuente Ymbro esperada. El lote que envió a Arles Ricardo Gallardo no satisfizo ni en presencia ni en juego a los aficionados franceses, quizá porque el listón estaba muy alto para la divisa triunfadora del pasado año en este país. Con el toro más suave del festejo -y con el noble sobrero de Palla que abrió plaza- Iván Fandiño enseñó que también sabe manejar los engaños con delicaceza y salió en hombros después de cortar dos orejas. David Mora y Thomas Dufau lo intentaron con sendos lotes que no se prestaron.

Fandiño cortó la primera oreja a un sobrero de Palla que regaló la empresa tras lastimarse el titular en banderillas y ser apuntillado. Sacó bondad el toro de la vacada salmantina, lo que aprovechó el de Orduña para dibujar una faena bonita, estética y plástica, acorde con la nobleza del ejemplar, al que remató de una gran estocada. Otra paseó del cuarto, toro con más volumen al que entendió muy bien, pues el animal blandeó en los primeros tercios pero el torero lo sostuvo, afianzó y acabó toreando francamente bien por el pitón izquierdo. Hubo dos series reposadas, con tacto y sutileza, rematadas de nuevo de un certero espadazo.

Bajo, corto y bien armado, al segundo se le atisbó buena condición pero no tuvo fuerza. David Mora lo quiso brindar al público pero éste rehusó el brindis por la condición del astado. El madrileño lo intentó por ambos pitones, pero el toro claudicó un par de veces y la gente no se metió en el trasteo. El jabonero quinto, más cuajado y astifino, se movió con informalidad, punteando los engaños. Mora consiguió corregir el defecto a mitad de faena, donde hubo tandas estimables, pero quizá alargó su labor en demasía y volvieron a aflorar los defectos del astado.

Recortado y chico, el tercero se tapó por la cara. Se picó de manera simbólica y a pesar de que Thomas Dufau faenó digno, su labor no levantó vuelo. Se movió el sexto, pero con tendencia a meterse por dentro. Dufau, firme y empeñoso, se llevó una voltereta fruto de sus ganas por agradar pero también los aplausos de reconocimiento a su esfuerzo después de una buena estocada.