Hewitt no admite bromas y elimina al jovial Moyá

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Hewitt no admite bromas y elimina al jovial Moyá

Hewitt no admite bromas y elimina al jovial Moyá

afp

El australiano apeó del torneo al último español.

Carlos Moyá es así de grande: las historias de Drácula, el cazavampiros Van Helsing, las balas de plata y las estacas de madera que hay que clavar en el corazón de los no muertos le importan a Charly tanto como a un servidor los rebeldes tamiles de Sri Lanka, con perdón.

Pero si Charly hubiera leído Drácula, el de verdad, el documento de Bram Stoker, quizá hubiera salido ayer a la pista central del All England con otra mentalidad. Porque el ataúd de Lleyton Hewitt debe ser claveteado tres o más veces para estar medio seguros de que el demonio de Adelaida no va a levantarse: lo que haría Van Helsing. Moyá, no.

En lugar de esto, lo que hizo Moyá fue perdonarse graciosamente los dos primeros sets. Después, Charly quiso levantarse. Enseguida se lo iba a permitir Satán Hewitt, que será satánico, pero que en una pista de tenis es una cosa muy seria.

Allí, en la central del All England pasaban cosas curiosas: Moyá tuvo tres puntos de break y fue incapaz de romper el saque de Hewitt en el quinto juego del primer set, pese a que el australiano sirvió... tres dobles faltas casi consecutivas. Vaya lujazo.

Pero en el décimo juego, Hewitt tuvo 15-40 sobre el saque del dilettante Charly y sentenció el set: 6-4. A continuación, Moyá hizo de todo, incluso jugar a futbito con la bola. Mientras, Hewitt le pasaba por encima, claro: 6-2 en la segunda manga.

Lo más grande era que Moyá apuntaba pinceladas de artista, pero si mirabas al marcador, el artista era el australiano de mirada torva, restos de miedo y carerras rabiosas. Lo malo de no administrar bien el arte es que a veces te quedas como la Pantoja de Puerto Rico o como Beckham cuando tira un penalti.

Reacción y fin.

Para asombro general, Charly salió pegando en el tercer set, hizo perder a Hewitt su primer saque del torneo... y volvió a pararse: Hewitt recuperó el servicio roto. Pero Moyá había cogido carrerilla y, con finura, ganó el set, 6-4.

Pero lo que menos quería Hewitt era morirse.Y cuando el sol ya se ponía sobre el All England, el Draculín australiano desnudó sus colmillos al artista español: con 4-5 y saque, Moyá salvó un punto de partido, pero, cansadete, capituló en la muerte súbita. Y al brillo de los colmillos de Satán Hewitt, se puso el sol español en el All England.

Carlos Moyá: "Pude llegar más lejos; le di oportunidades"

Me voy con la sensación de que pude haber llegado más lejos. Este era un rival muy difícil como para dar las oportunidades que yo he dado. Hewitt ha jugado bien porque, al resto, ha leído bien mi saque y me ha hecho sufrir con el suyo. El año que viene espero subir un pasito más.