Lucas, por mucho tiempo
El gallego volvió a mostrar su relevancia en el Clásico y la voluntad del club es ampliar su contrato, que finaliza en junio. La de él, seguir mucho más.
Es uno de esos jugadores que supone pegamento dentro de un vestuario pero no es sólo eso: también sabe ser relevante sobre el césped. Lucas Vázquez (32 años) terminó el Clásico con méritos de puerta grande. Gol, asistencia y penalti provocado para el 1-1. Hat-trick no estricto, pero válido. Como la aportación del gallego, que el Madrid quiere reconocer con la renovación. Su contrato termina en junio, pero la idea de la entidad es ampliarlo una temporada más.
Y Lucas, encantado. Lo dejó patente en su celebración del gol, cuando se señaló efusivamente las venas del brazo, dando a entender que por ahí fluía hemoglobina madridista. Este verano cumplirá 14 años de servicio a la causa blanca. Pero su continuidad no obedece a un asunto estético o a una medalla por los servicios prestados. Está sabiendo ser protagonista abajo, con la pelota en los pies. Lo del Clásico fue la culminación de una semana potente del de Curtis. En el Etihad, como en la final de Milán en 2016, marcó su penalti en la tanda en Mánchester con una frialdad espectacular. No es en teoría su especialidad, el chutar penaltis, pero como si lo fuera.
La continuidad de Lucas en la plantilla le permitirá acometer la búsqueda de una cifra muy relevante, los 400 partidos con el primer equipo del Madrid. Está en 343, con 35 goles y 63 asistencias.
Un faro junto con Nacho para lo que viene de La Fábrica. A diferencia del central, su ejemplo también entra en otra categoría: el de que se puede salir y después volver. Lucas se marchó cedido del Castilla a foguearse en Primera con el Espanyol en la 2014-15 y sus 39 partidos allí (participó en 11 goles) le hicieron acreedor del retorno con taquilla en el primer equipo. Desde entonces no la ha soltado y va camino de su cuarta Liga y puede que de su quinta Champions League. Y esta inminente renovación podría no ser la última.
Su físico sigue siendo el de un privilegiado
La capacidad de Lucas para ser un recambio efectivo para Carvajal no está reñida con su condición para poder ejercer desde la titularidad. Su físico, a tres meses de cumplir 33 años, está más pulido que nunca. Es uno de los futbolistas del plantel que mejores cifras arroja en los test físicos. Es un jugador bastante fiable. Entre las tres últimas temporadas apenas ha tenido dos lesiones, que le hicieron perderse sólo 13 partidos.
Esta campaña únicamente tuvo un problema, una pequeña rotura muscular que le apartó dos semanas a comienzos de enero. Esa capacidad para estar casi siempre disponible, como Nacho, es una de las razones de su longevidad en un vestuario que le quiere. Incluso los nuevos. Ahí está esa simpática celebración con Bellingham en el 3-2. El inglés, tras el partido, lo corroboró en sus redes: “Es una jodida leyenda”.
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