El futuro ya está aquí
El Barcelona debe construir su futuro en torno a Lamine Yamal, Cubarsí y Fermín, que firmaron un gran debut en el Bernabéu.
Ante la decepción de una semana trágica, al Barcelona le queda el consuelo de aferrarse a que tiene una hornada de jugadores que pueden construir el futuro del club y que pese a su edad en el Bernabéus tuvieron un bautizo de Clásico más que prometedor. Cubarsí, Lamine Yamal y Fermín López, dos adolescentes y un veinteañero fueron lo mejor del equipo de Xavi. No digamos si se compara su rendimiento con supuestas estrellas.
Los focos se centraron en Lamine Yamal, elegido el mejor jugador del partido, aunque para la crítica ese era un honor reservado a Lucas Vázquez. En todo caso, lo que fue indiscutible fue que Lamine fue el mejor de su equipo, lo que ahonda más en la herida de la decisión de Xavi del pasado martes cuando le retiró del campo a los 30 minutos para reoganizar el equipo tras la melonada de Araújo.
Con 16 años, Lamine Yamal descosió a Camavinga en la banda derecha del ataque del ataque del Barcelona. Fue el jugador blaugrana que más chutó a portería, tres veces, incluido una maravilla de tacón que fue un gol fantasma. Además fue el segundo jugador del equipo que más pases realizó, tras Gündogan, en el último tercio de campo con una efectividad del 86,7%. Intervino 57 veces en el partido, provocó dos faltas, una muy grosera de su marcador Camavinga y en su temporada de estreno en la élite suma ya cuatro goles y tres asistencias.
Fermín, que salió en la segunda parte para adelantar al Barcelona con el tanto que suponía el 1-2, tras jugada de Lamine, se convirtió con 20 años y 346 días en el jugador del Barça más joven en marcar en un Clásico en lo que va de siglo. Con su tanto Fermín superaba ni más ni menos que a Leo Messi, que anotó su primer tanto en el estadio blanco en 2009 cuando contaba 21 años y 312 días.
Finalmente, está Cubarsí, el defensa central vio como le señalaban un penalti en el que Lucas Vázquez lo hizo todo para que se señalara tras un error monumental de Cancelo, pero no se descompuso. Fue el segundo jugador del Barcelona que más pases dio (58) por detrás de Gündogan y anuló a Rodrygo durante todo el partido.
Tres jóvenes que representan la esperanza para un equipo que tiene serios problemas en otras posiciones del campo.
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