PANAMÁ | MIGUEL CORRAL

“Panamá es un país pequeño, pero con mucho talento individual”

El entrenador español Miguel Corral cuenta en AS su experiencia en Panamá, un país pequeño (4,5 millones de habitantes) que sigue creciendo en la Concacaf.

El entrenador español Miguel Corral durante su etapa en UMECIT
Martín Manchón
Actualizado a

En la capital de un país donde el béisbol ha sido históricamente el deporte rey, Miguel Corral (La Coruña, 1991) ha encontrado su propio diamante: el fútbol panameño. Lo descubrió por casualidad, lo estudió con minuciosidad y acabó moldeándolo desde dentro. En apenas tres años ha dirigido casi 100 partidos de Primera División entre Herrera y UMECIT, dos clubes de realidades opuestas pero dentro de una misma Liga que avanza, evoluciona y se deja querer. Hoy, tras finalizar su vínculo con UMECIT, el técnico gallego valora su próximo paso, sin descartar volver a casa pero con la maleta aún sin deshacer del todo.

“Desde que llegué en 2022 he visto un cambio brutal. Sobre todo en infraestructuras, pero también en ambición. Panamá va a vivir un crecimiento exponencial”, asegura. Lo dice con convencimiento, no como quien lanza un brindis al sol. Y aporta datos: la selección absoluta es 33.ª en el ranking FIFA y tanto la Sub-17 como la Sub-20 jugarán el Mundial de su categoría. “Es un país pequeño, pero hay mucho talento incidivual. Y lo están haciendo bien desde arriba. La continuidad de Thomas Christiansen y su ‘staff’ ha sido clave. Ellos están muy presentes en la Liga, van a los partidos, a los entrenamientos… Eso genera sinergias”, explica.

Miguel Corral aterrizó en Chitré, interior del país, para ponerse al frente del filial Sub-20 de Herrera. Su carrera previa se había forjado en el Ural de División de Honor Juvenil, una cantera exigente y reconocida en Galicia. Panamá apareció en su radar como un reto exótico, pero no tardó en volverse cotidiano. “Empezamos muy bien con el Sub-20, me ofrecieron el primer equipo como interino y luego ya me quedé. Clasificamos dos veces a los ‘play-offs’ con un club humilde. Después llegó la llamada de UMECIT, un proyecto ambicioso, con más recursos. Y ahí también disfruté mucho”, relata.

“Si por ejemplo eres de La Coruña, subes y el que baja es de Badajoz, te tienes que llevar al equipo a Badajoz. UMECIT lo hizo, pero estuvimos meses jugando a cinco horas de casa, sin afición”

Miguel Corral

El fútbol panameño sorprende. Por su mencionado talento individual, por la capacidad física de los futbolistas -“son atletas, auténticas bestias”- y también por las particularidades administrativas de sus competiciones. “Es una Liga de franquicias, aunque haya ascensos y descensos. Para subir, además de ascender deportivamente, tienes que ocupar la ciudad de la franquicia que baja. Si por ejemplo eres de La Coruña, subes y el que baja es de Badajoz, te tienes que llevar al equipo a Badajoz. UMECIT lo hizo, pero estuvimos meses jugando a cinco horas de casa, sin afición. Es un sistema extraño, pero con el tiempo te adaptas”, descubre.

En Panamá, el béisbol es el deporte principal, pero el fútbol le está comiendo terreno poco a poco. Sobre todo gracias al crecimiento de la selección. “Cada vez que juegan se paraliza el país y eso va sumando aficionados a la Liga local. Desde que yo llegué en 2022 el cambio ha sido muy grande”, asegura Corral, para quien también es clave la norma que obliga a los clubes a que sus futbolistas Sub-20 acumulen al menos 1.200 minutos por temporada: “Les hace apostar por el talento joven. Y funciona. La base de la Sub-20 juega en Primera. Esos chicos compiten y crecen. Es una norma que en Europa costaría entender, pero que aquí es efectiva”.

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Desde su punto de vista, la Liga panameña aún tiene margen de mejora a nivel táctico y estructural, pero destaca la profesionalización creciente de muchos clubes. “En UMECIT había departamentos que se encargaban de nutrición, seguimiento… Están dando pasos hacia un modelo más europeo. El fútbol aquí aún es del jugador más que del entrenador, pero va cambiando”, asegura un Corral que no se cierra puertas. Le gustaría seguir en Panamá, un país donde sigue residiendo pese a haber terminado su contrato: “Para mí Panamá ha sido un descubrimiento. Vivir aquí es una maravilla. Ya son casi cuatro años... Al principio me tocó vivir en el interior del país, en una ciudad muy pequeñita que se llamaba Chitré. Pero una vez que llegas aquí a la capital, a Panamá City... Se vive muy bien y el clima ayuda mucho porque es verano todo el año”.

Miguel Corral no es el único. En los últimos años, otros entrenadores y jugadores españoles han desembarcado en Panamá, un país deportiva y contractualmente interesante. “Estuvo David Dóniga en Sporting San Miguelito, estuvo Isaac Jové en Veraguas, Joseba Beitia jugó conmigo en UMECIT... Solemos pensar que lo nuestro es lo mejor, pero llegas aquí y piensas: ‘Uf’. Es un país en el que se puede trabajar muy bien, que paga bien. Al final Panamá es un país rico, tiene el canal de Panamá. Y como en otros países, los extranjeros están bien pagados”, sentencia.

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