Alberto Toril se la juega. El futuro del entrenador del Elche centra la previa del partido. Porque lo pase en torno a su continuidad en el banquillo franjiverde va a quedar condicionado a lo que suceda en el encuentro de esta tarde frente al Sevilla Atlético. El descenso se ha acercado de manera peligrosa y los nervios han aparecido en el entorno del equipo ilicitano. El sueño del playoff se alejó hace ya unas jornadas y ahora todos temen ante la pesadilla de un posible descenso. La situación no es dramática, pero la dinámica sí preocupa. Por eso toca reaccionar. Ganar devolvería la calma y todo lo que no sea sumar dejaría contra las cuerdas al técnico local.
La cita se presenta como una final muy anticipada, a falta de diez jornadas para que termine la temporada. El Sevilla Atlético, como todo filial, es una caja de sorpresas que en la primera vuelta, en su mejor momento del curso, superó con relativa facilidad al Elche. Ahora transitan acomodados en la mitad de la tabla, atravesando un trayecto de seis semanas sin perder, con dos victorias y cuatro empates. El calor a primera hora de la tarde, las amplias dimensiones del rectángulo de juego del Martínez Valero y las importantes bajas con las que cuentan los ilicitanos no dibujan el mejor escenario para estar tranquilos.
Álex Fernández asumirá galones en el centro del campo ante la baja por lesión de Fabián Ruiz, mediocentro cedido por el Real Betis, que se pierde su derbi particular ante el filial de su eterno rival deportivo. Borja Valle y Guillermo Fernández representaron ayer la mejor noticia para Toril. Los dos atacantes entraron en la convocatoria y uno de los dos será titular acompañando a Nino en ataque. El primero arrastra molestias en el tobillo derecho y el segundo, en el tendón rotuliano. El resto podría ser el mismo equipo que la semana pasada cayó ante el Córdoba.
