Un Everest para un Espanyol sin cuerdas
Y, aunque aún queda mucha Liga y la séptima plaza solo está a un punto más, el equipo perico demostró ayer que no tiene cuerdas para superar ese escalónEspanyol-Villarreal: LaLiga Santander en directo
Ascensión fallida. Ir a Europa es como escalar el Everest para este Espanyol, configurado para alcanzar los 8.000 metros pero sin fuelle para superar el famoso Escalón Hillary, ese tramo crucial que se sitúa a pocos metros de coronar, allí donde muchos escaladores se tienen que dar la vuelta. Y, aunque aún queda mucha Liga y la séptima plaza solo está a un punto más (Real Sociedad y Villarreal deben jugar), el equipo perico demostró que no tiene cuerdas para superar ese escalón, empequeñecido ante el Athletic, sin capacidad para virar el rumbo de un partido que se le puso cuesta arriba desde la alineación.
Un ‘once’ polémico. El perico torció el labio cuando se hizo oficial el once. Revolución de Quique, que tiró de músculo y velocidad para suplir la trascendental baja de Gerard Moreno, pero que plagó el equipo de juventud, con jugadores además con poco rodaje, como Víctor Álvarez, Óscar Melendo o Álvaro Vázquez. No es quizás San Mamés una plaza para experimentos. Una decisión que luego el técnico argumentó al cansancio, pero que dejó boquiabierto a todos ante un partido que se había anunciado como algo más. En juego estaba el sueño de la séptima plaza o, por el contrario, que eso se acabase convirtiendo en un espejismo.
Las estadísticas. Lo que no es un espejismo y sí una realidad es la cara que ofrece siempre el Espanyol. No se altera de su guión, siempre a merced del rival, minimizando riesgos y tapándose del frío. El balón le duró lo que un estornudo y los laterales fueron autopistas rojiblancas, con un Susaeta inspirado. Víctor Álvarez jugó su primer partido de titular y Víctor Sánchez abrió el camino de la derrota con su temerario penalti. Desubicado, el Espanyol se vio superado por las circunstancias, cubierto de nieve por la alud del Athletic.
El hombre de las nieves. Y esa alud tiene nombre propio: Aduriz. Hay jugadores que, por la fuerza de la naturaleza, rinden más ante unos rivales que ante otros. El delantero lleva ya 11 goles en 22 partidos al Espanyol, superando en todo momento a David López y Diego Reyes, inteligente al caer a los costados para medirse por arriba con los laterales. Ni controló el juego el Espanyol ni encontró espacios, y solo tuvo ocasiones a balón parado. No le salió el plan a Quique, porque los planteamientos no se pueden cimentar en recibir o no un gol.
Sin rendirse. El Espanyol ya no estuvo tan bien ante el Betis aunque ganó en un golpe de corazón. Esta noche evidenció una vez más que el Espanyol puede ser un invitado de piedra a esta pelea, aunque no es buen mensaje reiterar que el equipo no está preparado para ello. Mentalidad positiva, ver el vaso medio lleno, fuera victimismos... Síndrome de la felicidad. ¿Les suena?
