La irrupción de un fenómeno
El pulso ante el City confirma su posible encaje en el dibujo de Zidane. Mbappé se adaptaría a cualquier posición del eje ofensivo.</br><a title="Alemania - España en directo: amistoso internacional" href="https://as.com/futbol/2018/03/23/seleccion/1521831065_868129.html">Alemania - España: amistoso internacional</a>
Diferente función. Los compromisos ante el City descubrieron los distintos papeles que puede asumir Mbappé. En Inglaterra, acompañando a Falcao en el 4-4-2 de Jardim, se descolgaba para dar salida a la contra al Mónaco. Durante la vuelta, con Germain arriba, se prodigó en muchos momentos como extremo izquierdo, a pie cambiado al ser diestro, sin olvidar sus competencias rematadoras (tres disparos). Registros ambos que tendrían cabida en el 4-3-3 de Zidane y en su filosofía. Mbappé se adaptaría a cualquier posición del eje ofensivo.
Dinamismo. El City nunca pudo descifrar los movimientos constantes del francés. Desplegándose con una velocidad punta de 30km/h destartaló a la zaga inglesa con sus desmarques al espacio y conducciones. Arrancó en cada ocasión que tuvo atendiendo a envíos de media y larga distancia. Su idea concuerda con las transiciones de rápida ejecución que propone el Real Madrid.
Asociaciones. Mbappé también destaca en el juego posicional. Frente a un City más cerrado como el de la vuelta articuló una provechosa alianza con Mendy y Lemar en la izquierda (20 pases entre los tres). Ese perfil le permite ser una solución ante rivales más defensivos.
Influencia. No necesita una partipación excesiva para ser la referencia ofensiva. Entre ambos partidos sumó apenas 45 toques de balón, cifra que le sirvió para crear hasta ocho oportunidades de gol. Un signo de inspiración que se observa únicamente en futbolistas diferenciales.
Finalización. Otra virtud indiscutible de Mbappé. El francés disfruta de la capacidad de definir de todas las formas posibles. Esta temporada ha marcado ya 19 goles (11 con la derecha, cuatro con la izquierda y cuatro de cabeza).
A corregir. Como es lógico tiene defectos a pulir. Abusa del regate (60 intentados entre la Champions y la Ligue 1 con un porcentaje de éxito del 33%) y debe ofrecer más en el apartado defensivo. Él mismo lo reconoce. Su trabajo en campo propio en la vuelta del City es un buen inicio. Carencias que no destiñen un futuro esperanzador.
