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CELTA-ESPANYOL

Mejor con el viento en contra...

Después de esa vorágine en la que el Espanyol respondió con grandeza, llegó una calma que no le sentó bien a Quique, demasiado condescendiente.

BarcelonaActualizado a
Los jugadores pericos, en Vigo.
SALVADOR SAS

La vorágine. No cayó en Vigo una tormenta de agua ni sopló una ventisca como la que obligó a suspender el encuentro ante el Real Madrid por problemas en la cubierta del estadio, pero algo similar ocurrió entre el minuto 22 y 42 de ayer, con cuatro goles y la expulsión de Fontás. Después de esa vorágine en la que el Espanyol respondió con grandeza, llegó una calma que no le sentó bien al equipo de Quique, demasiado condescendiente con un rival que jugaba en inferioridad y poco atinado con el balón, evidenciando esa falta de creatividad cuando el rival se encierra con orden.

Teoría en las faltas. El gol de Aspas fue una obra de arte, aunque alimenta una teoría personal sobre la colocación de las barreras en este tipo de faltas. Ante algunos lanzadores y en algunas situaciones, el portero puede salir beneficiado si coloca la barrera al otro palo y deja el tiro sin oposición al lanzador: gana visibilidad, el efecto del lanzamiento va de fuera a dentro si escoge el otro palo, hay más distancia para que el balón recorra y, además, el lanzador se queda sin la referencia de la barrera. Cosas.

Reacción perica. Lo cierto es que ese gol, lejos de hundir al Espanyol, le ayudó a dar un paso adelante y salir de la cueva en la que había planteado el partido. De la cabeza de Caicedo nació la falta que provocó el córner del 1-1 y el remate de Piatti en el 2-2. Lejos de ser un jugador desequilibrante con sus goles, el ecuatoriano al menos ayer fijó a los centrales y contribuyó con su juego aéreo ante un Espanyol atascado.

La dupla del gol. Pero no es necesario que el balón llegue entre algodones cuando tienes a Gerard y Piatti. El catalán es de los mejores delanteros nacionales, capaz de ser un centrocampista más, golear de córner, al contraataque, de jugada o con inteligencia en el área. Y el argentino ha ganado eficacia e intución cuando se acerca a la red, con un olfato propio de los mejores delanteros. Lejos también de aportar desequilibrio en la banda, se comporta como un asesino en el área.

Carencias. Quique, cuyos abrazos en esta ocasión se multiplicaron con Berizzo antes y después del encuentro, repitió con la pareja de centrales que jugaron ante Osasuna y con David López en mediocampo. Le cuesta al equipo sacar el balón con fluidez, demasiado estático y con poco juego interior, aunque en su detrimento es punzante cuando pilla al rival descolocado. Pero eso ocurre pocas veces. De hecho, nuevamente el Espanyol marcó en los dos únicos tiros a puerta del encuentro.  

Balance. Nunca es bueno sumar un punto cuando has jugado 45 minutos con uno más, pero al menos el Espanyol ha mejorado: el curso pasado el equipo de Sergio cayó contra diez. No supo tampoco remar con el viento a favor. Como este miércoles.

Sigue el partido de la jornada 26 de Liga Santander entre Villarreal-Espanyol.