Vadillo impulsa al Huesca y destroza a un Córdoba hundido

El Huesca cogió aire en su visita a El Arcángel. Lo hizo con dos apariciones estelares de Vadillo en la segunda parte para destrozar y hundir en la miseria a un Córdoba sin respuesta que ya pierde sus partidos por inercia, incluso cuando no lo merece.

El equipo local mereció marcar y al menos llevarse un punto, pero en el fútbol lo que cuenta son los goles y el Huesca lo hizo por partida doble. Nada que objetar. Enfrente se encontró con un Córdoba muy fallón arriba y terriblemente blando atrás. Así, la Segunda B está mucho más cerca para un club que en verano aseguraba que el objetivo era volver a Primera.

La primera parte fue igualada, con ocasiones por ambos bandos, con Samu Sáiz fallando lo infallable, mientras que en el bando local Juli, Antoñito y sobre todo Caballero, desperdiciaron ocasiones que demuestran por qué el Córdoba solo lleva un gol a favor en los últimos ocho partidos.

Tras el descanso, el panorama cambió poco. El equipo de Carrión siguió acumulando llegadas pero sin acierto, ante un Huesca que siempre que salía a la contra provocaba miedo en la grada. De nuevo Samu Sáiz estuvo a punto de adelantar a su equipo, pero tuvo que ser Vadillo, quien a puerta vacía solo tuvo que empujar un balón en bandeja del omnipresente Sáiz. Ese tanto mató a los jugadores del Córdoba, que aún tuvieron opción de empatar con Cisma en una clarísima ocasión. Pero del posible empate se pasó al segundo gol de Vadillo, de nuevo en una contra y ante la exasperante pasividad de la defensa cordobesista.

La grada, que antes, durante y después del partido gritó contra la gestión del club; optó por la indiferencia y la tristeza. Ya no había ganas ni de protestar.

El Huesca toma impulso y hunde a un Córdoba cuyos síntomas son de descenso si no reacciona pronto.