El Tartiere empuja al Oviedo
Dos chispazos de los azules le dan la victoria ante un correoso Mallorca.
El equipo bipolar en el que se ha convertido este Oviedo deja las sonrisas para el Tartiere. Ante el Mallorca se vio un nuevo ejemplo para añadir a la larga lista. Los azules, ordenados desde la defensa, confiaron en la voracidad de sus hombres de arriba y la estrategia para derrotar 2-1 a un combativo Mallorca y sumar tres puntos que les hacen merodear la zona de play-off.
Hierro plantó sobre el terreno de juego un novedoso 5-4-1 convertible en 3-4-3 con el balón. Y el asunto, de primeras, funcionó. A los 2 minutos, el árbitro anuló un gol a Toché que parecía legal. A los 7 el engranaje azul encajó. Berjón, Rocha y Varela combinaron cerca del área, el lateral centró y la pelota, tras rozar en la defensa, se colgó del techo. Hasta allí llegó Toché para, con una espectacular chilena, rematar a la red. El 1-0 desató al Tartiere.
El sistema con acumulación de defensas y el resultado invitó al Oviedo a dar un par de pasitos atrás y el Mallorca asumió el protagonismo. En un césped estropeado por la constante lluvia, las mejores opciones llegaron a balón parado. Justo antes del descanso, los visitantes obtuvieron el premio. Moutinho centró y Raillo aprovechó la superioridad mallorquinista en el área para anotar. El gol de la acumulación.
La segunda mitad se inició como prolongación de la primera. Con la sensación de que el Mallorca estaba más cómodo. Brandon tuvo en sus botas el segundo pero Juan Carlos se hizo XXL para tapar cualquier hueco posible. Hierro le dio una vuelta a la libreta y el Oviedo se transformó en un 4-4-2 más natural. Sus opciones, sin embargo siguieron limitadas a latigazos sueltos. A los 69, Susaeta puso un centro preciso, pero Linares no supo dirigir el cabezazo. Un minuto después, la jugada tuvo una mejora. Susaeta centró desde el córner y el debutante Costas, ex del Mallorca, remató con fe.
El 2-1 inclinó el campo hacia Juan Carlos, aunque al Mallorca le faltó colmillo. Lo intentaron los visitantes a balón parado, Raillo tuvo la última, pero el Oviedo, esta vez sí, se mantuvo firme.
