NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID

Morata mejora a Benzema

El canterano, que volvió a reivindicarse al calor del Santiago Bernabéu frente a la Real, presenta un mejor promedio que Karim en goles, asistencias y recuperaciones de balón.

Actualizado a
Morata mejora a Benzema
LALIGA

Benzema entró al Bernabéu en el punto de mira de la afición y salió de él con el eco de los condescendientes aplausos que le acompañaron hasta el banquillo cuando Zidane decidió cambiarle. Su reemplazo, Morata, tiene más motivos para contentarse: saliendo en el 65', le anularon un gol, marcó otro que sí valió y se esmeró en esas carreras que, tribuneras o no, tanto gustan al madridismo.

Los promedios, del lado de Morata

Los números muestran que el canterano promedia un gol cada cerca de 115 minutos, mientras que Karim marca, de media, cada 146,5, una diferencia tan notable como la que se puede apreciar en el capítulo de asistencias: una cada poco más de 287 minutos de Morata, por una cada poco más de 351 del francés. 

La brecha entre los minutos que disfrutan, 583 más para Benzema, hace que pierda fuerza un argumento en su defensa: el de que saliendo de inicio uno se encuentra los melones aún por abrir, y haciéndolo desde el banco se puede sacar mayor tajada de los espacios y las necesidades.

El ímpetu con el que se emplea cada uno también queda reflejado en las estadísticas: el nervio del 21 le vale para promediar una recuperación cada 31 minutos; el 9, por su parte, necesita de media 40 minutos para robar el balón.

Las sensaciones, también

El antagonismo de Morata y Benzema, esa contraposición entre el jugador eminentemente guerrero y el esencialmente elegante, vuelve a colocar ahora al español en un lugar de preferencia. En tiempos de crisis (quién no quisiera crisis así), el ojo siempre crítico del Bernabéu no perdona la indolencia. Se comprobó de nuevo ante la Real: el público quería garra, ganas, revolución. Y ahí, Morata, que lo sentía y sabía mejor que nadie, salió ganando: sólo jugó 25 minutos, pero lo hizo, como suele, haciendo creer que se los tomaba como los últimos 25 de su carrera.