Historia del estadio Benito Villamarín: por qué se llama así
El estadio del Betis es uno de los campos con mayor capacidad de LaLiga Santander. Aquí te contamos la historia de por qué se le llamó Benito Villamarín.
El estadio del Betis debe su nombre al presidente más querido y emblemático de la historia del club verdiblanco. No hay una persona que traiga mejores recuerdos a los béticos que Benito Villamarín y es por eso que después de trece años llamándose Manuel Ruíz de Lopera hubo opinión unánime por parte de los socios de recuperarlo.
En 1907 fue fundado el Real Betis Balompié que jugó durante sus primeros años en varios campos como el ‘Campo del Papalardo’, el ‘Huerto de la Mariana’, el ‘Prado de Santa Justa’ y el ‘Prado de San Sebastián’, llamado también ‘Las tablas verdes’. En 1920 el equipo se trasladó al campo del Real Patronato Obrero en el barrio de El Porvenir. Más tarde, en 1928, fue construido el Villamarín, siendo inaugurado el 17 de marzo de 1929 con una partido entre España y Portugal en el que la selección española se impuso por una goleada 5 a 0. El campo pertenecía al Ayuntamiento de Sevilla aunque el Betis jugada en él algunos de sus partidos hasta que en 1936 la entidad verdiblanca alquiló el recinto para jugar en él en exclusiva.
Es el quinto estadio con más capacidad de LaLiga
En sus inicios el templo verdiblanco tuvo varias denominaciones: desde estadio de la Exposición hasta el estadio de Heliópolis, nombre del barrio sevillano en el que se encuentra situado. Fue en 1961 cuando adquirió el nombre de Benito Villamarín después de que el que era entonces presidente del Betis comprara el estadio al Ayuntamiento de Sevilla. Desde entonces es historia viva del Betis y uno de los mejores estadios de Primera División, ocupando la quinta posición dentro de los estadios con mayor capacidad de la máxima categoría del fútbol español.
Lopera quiso dejar su huella
El campo ha modificado su estructura en varias ocasiones, incluso ha variado su nombre. Con la llegada de Manuel Ruiz de Lopera a la presidencia de la entidad bética en 1997 el estadio cambia su nombre tras reformar su estructura, haciendo honor al que era presidente del Betis hasta que tras su marcha en 2010 los socios deciden devolver el nombre al presidente más importante del club.
Benito Villamarín Prieto era un empresario que tomó posesión de su cargo de presidente en el Betis en 1955 en una época muy crítica del conjunto verdiblanco que arrastraba siete años en Tercera División. Villamarín dedicó diez años de su vida al Betis, logrando el ascenso a Primera en la temporada 1957-1958. Murió en 1966 debido a un cáncer pero su recuerdo siempre quedará en la memoria de todos los béticos.
28.000 pesetas de prima por ganar el derbi ante el Sevilla en el Pizjuán
El legendario presidente verdiblanco era muy respetado y querido durante su mandato. Villamarín tenía fama de ser muy caritativo y dadivoso. Tanto es así que solía repartir sobres con dinero extra entre los jugadores, técnicos e incluso empleados del club después de las grandes victorias. Este dinero era aparte de las primas por objetivos, como las que se pactaban si se lograba la victoria en el derbi sevillano. Una de las más sonadas fue en la temporada 1958-1959. El Betis acaba de volver a Primera División y en la segunda jornada tenía que visitar a su eterno rival el Sevilla, que estrenaba estadio. Villamarín quiso motivar a sus jugadores y prometió pagar 28.000 pesetas de prima si conseguían ganar en el Pizjuán, una cifra récord en aquella época que suponía para algunos jugadores más dinero del que iban a ganar en toda la temporada. La motivación fue efectiva y el cuadro verdiblanco noqueó 2-4 al Sevilla aquel 21 de septiembre de 1958.
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